SAN CAGNOALDO DE LAON
635 d.C.
6 de septiembre
La familia
a la que peretencía Cagnoaldo pertenecía a la rama de los
Faronidas. Su hermano era san Faro, obispo de Meaux, y su hermana santa
Burgundofara, que fundó el convento de Faremoûtiers. Todos
eran hijos del chancellán de Dagoberto I, Cagnerico.
En el 590, se hizo monje en Luxeuil cuando era abad san
Columbano y le acompañó en diversas expediciones
misioneras. Fue el sexto obispo de Laón y participó en
varios concilios. Fue amenazado por el rey Teoderico II, por criticarle
por su conducta inmoral. Teodorico mandó exiliarlo de sus
territorios en el 610. Cagnoaldo encontró refugio en el
territorio de Teoderico II, y trabajó con san Columbano de
Luxeuil como misionera en la zona del lago Constanza.
Posteriormente, Teodorico tomó el control de esos
territorios. Columbano y Cagnoaldo viajaron a Roma. A la muerte de
Columbano, volvió a su antigua diócesis y retomó
sus obligaciones como obispo. Fue un obispo que gozó de la
estima universal, por su prudencia, dulcura, caridad hacia los pobres y
enfermos. En el 631 firmó el acta con la que san Eloy dotaba el
monasterio fundado por él en Solignac, bajo la regla de san
Columbano. Murió mientras se encontraba en el monasterio de
Saint-Vicent. Sus restos desaparecieron durante la Revolución
Francesa.