SAN BAVÓN DE
GANTE
659 d.C.
1 de octubre
Natural de
Bravante, procedente de una noble familia de los condes de Hesbaye
(Bélgica). Se casó con la hija del conde merovingio
Adilone, con la que tuvo una hija de nombre Agletrude. Llevaba una vida
despreocupada, como rico terrateniente. Su comportamiento era
totalmente desordenado, su único objetivo era el de satisfacer
sus deseos sin tener en cuenta la justicia ni la verdad. Cuando
necesitaba dinero, vendía a sus criados como siervos a los
terratenientes vecinos. Cuando murió su joven esposa,
Bavón se sintió culpable de esta desgracia, no sabemos
por qué. Allí interrumpió su vida disoluta y
cayó presa de una crisis moral, que fue el punto de partida de
su conversión.
Por entonces san Amando de Elnone estaba predicando en la
región de Gante. Bavón, después de oír uno
de sus sermones, se le acercó, y por consejo suyo, se
desprendió de todos sus bienes, incluso de la propiedad que
poseía en Gante, que entregó a san Amando, que
construyó allí un monasterio. Bavón entró
allí como religioso. Tan grandes fueron las mortificaciones que
se impuso para purgar sus pecados, que después de su muerte, el
nombre de la abadía se cambió de San Pedro a San
Bavón (Saint-Bavon).
Convertido en discípulo del santo misionero, lo
siguió en sus peregrinaciones apostólicas. Después
de un cierto tiempo, encontrando que las austeridades de la vida
monástica no eran suficientes para satisfacer sus deseos de
disciplinar el cuerpo con el que había sido tan indulgente,
volvió a Gante, donde, con el consentimiento de san Amando,
construyó una pequeña celda, en el bosque de
Malmédun, donde llevó una vida eremítica y
ascética hasta el momento de su muerte. Vivió en el hueco
de un árbol; una piedra le servía de almohada. Se le
atribuye la curación de un hombre aplastado por una carreta. Fue
sepultado en el monasterio de Gante. Patrón de Gante y Harlem.