SAN BARSAFUNIO
11 de abril
540 d.C.
Nació en Egipto; ingresó en un monasterio en Gaza donde
vivió en perfecta soledad, tratando solamente con un monje que
le hacía de secretario. Fue un gran contemplativo y gozó
de dones sobrenaturales. Su fama de santidad hizo que lo buscaran
muchos solitarios con los que mantuvo relaciones epistolares. Entre
ellos destaca, Juan llamado “el Profeta”, abad del monasterio de
Merosala y el famoso maestro san Doroteo de Gaza. Esta correspondencia
consta de cerca 800 cartas, son importantes para la historia de la
espiritualidad. En ellas se trata cuestiones precisas y breves
resueltas con aforismos (apophthegma) que luego fueron utilizados como
preceptos monásticos. Los temas principales de estas cartas
tratan de la fidelidad a las tradiciones y una serie de consejos
adaptados a las reales necesidades humanas, lejanos de todo exceso.
Estas influyeron mucho en los monasterios orientales, mientras
permanecieron desconocidas en Occidente.
Barsanufio murió anciano y su imagen está representada en
la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla junto a la de san
Antonio abad, san Efrén y otros santos. Es muy venerado entre
los griegos por su gran austeridad. Parece que murió
mártir en Gaza. Sus reliquias se encuentran en la catedral de
Oria (Brindisi) de donde es patrón.