SAN ANSELMO DE NONÁNTOLA
3 de marzo
803 d.C.



   Era duque de Friuli, y pariente de Astolfo, rey de los lombardos, acompañó en sus campañas militares. El duque no sólo era un valiente soldado, sino también un fervoroso cristiano. Disgustado del mundo, decidió consagrarse a Dios, retirándose en oración y penitencia. Obtuvo de Astolfo un terreno, donde construyó un monasterio benedictino con un hostal para peregrinos y viajeros. Después fundó el celebre monasterio de Nonántola. El Papa le nombró abad. 

   El Papa Esteban III le dio también permiso de trasladar a Nonántola el cuerpo del papa san Silvestre. Astolfo enriqueció mucho la abadía, y le concedió grandes privilegios, de suerte que se hizo famosa en toda Italia. El abad Anselmo llegó a gobernar a más de mil monjes. Fue activísimo, aunque de extrema modestia. Promovió la disciplina monástica, más con el ejemplo que con preceptos. Bajo su mandato el monasterio fue uno de los centros de espiritualidad italianos. Muerto Astolfo, el nuevo rey, Desiderio, lo desterró a Montecasino, pero Carlomagno, hacia 768, lo reintegró a su abadía donde vivió durante 35 años. Tiene culto local.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)