SAN AICARDO DE JUMIEGES
Siglo VII d.C.
15 de septiembre
Nació en Poitiers, era hijo de un funcionario de la corte de
Clotario II. Fue educado en la abadía por san Hilario de
Poitiers, y muy pronto fue acogido entre los monjes de Ansion en
Poitou: allí pasó 39 años. Fue elegido abad del
monasterio de Saint Benoît en Quinçay, cerca de Poitiers,
donde estuvo cerca de 30 años, y al final tomó a su cargo
la abadía de Jumièges, cerca de París, ya que era
el hombre de confianza de san Filiberto; e hizo de este monasterio, en
plena Edad Media, un centro cultural y civilizador, teniendo en cuenta
que eran 900 monjes. Estuvo muy vinculado en espíritu a san
Audoeno, arzobispo de Rouen. Según la leyenda, a falta de un
clavo, colgó sus guantes en un rayo de sol. Y una noche, en el
dormitorio de la abadía un ángel le señaló
a los monjes que moriría pronto.
Sabía recibir con solicitud y compasión a
los maridos que, sin atreverse a regresar al hogar conyugal por miedo a
que les pegaran, iban a refugiarse al monasterio. Le invocan los
maridos que no tienen valor par soportar las injurias y los golpes de
una mala esposa.