SAN ADERALDO DE TROYES
1002 d.C.
20 de octubre
En la ciudad de Troyes, junto al Sena, en la Galia, San
Aderaldo, arcediano, que con sus palabras y sus ejemplos ilustro la
regla canonical, incluso durante su encarcelamiento entre los
sarracenos en Tierra Santa. Nació en las cercanías de
Troyes de una familia acomodada, habría sido educado en un
monasterio y, más tarde, habría llegado a ser
canónigo de la iglesia local de San Pedro. Entre el 982 y el
991, el obispo Manasés lo nombró Arcidiácono
(Arcediano) de la diócesis de Troyes. El santo introdujo
radicales reformas en los monasterios de la diócesis de Troyes,
donde, en vez de un vida ascética y recogida, se ocupaban del
comercio y las ganancias. Con sus exhortaciones y ejemplo dio lustro a
la regla canónica.
Guió una peregrinación a Palestina y y
consiguió huír de la captura de los piratas berberiscos,
aunque cayó en manos de los turcos, que lo sometieron a toda
clase de torturas para obligarlo a infringir las reglas. Pero Alderaldo
no rompió la observancia, y resistió valientemente toda
presión. Tenía particularmente en el corazón la
costumbre del silencio tras el rezo de Completas.