SAN VALERIANO
14 de abril
287 d.C.
Valeriano,
según la tradición, llegó al territorio de Cumiana
(Alpes italianos) y allí se dedicó a la difusión
del Evangelio entre los habitantes del lugar. Fue decapitado por un
grupo de soldados que descubrieron su escondite: el santo, antes de
morir, se arrodilló y sobre la piedra quedaron impresas las
huellas de sus rodillas.
En el lugar del martirio, cerca de un kilómetro de la
fracción de Tavernette, en el apéndice del monte Piuerne,
fue construida una capilla votiva, todavía existe hoy, aunque
remodelada y en la que se ve la famosa piedra. Es probable que esta
tradición esté ligada a la exigencia de sacralizar un
lugar de culto pagano, donde se practicaban cultos líticos, un
fenómeno documentado por numerosos santuarios del arco alpino.
Un poco distante de la capilla se edificó el santuario
verdadero. Venerado en Cumiana.