¿ES CIERTA LA REENCARNACIÓN?


¿En qué consiste la reencarnación? 

Es la creencia según la cual, cuando alguien muere, su alma se vuelve a encarnar en otro ser.

¿Para qué el alma se vuelve a encarnar?

Para gozar o sufrir, según se haya portado en la vida anterior. Según el budismo y el hinduismo, el castigo puede llegar hasta reencarnarse en un animal. Según la Nueva Era, al contrario, la reencarnación es siempre para progresar y por lo tanto un ser humano nunca se podrá reencarnar en un animal.

¿Cuál es el origen de esta creencia?

La creencia en la reencarnación fue un invento de los budistas e hinduistas (unos 700 años antes de Cristo) para justificar la ley del karma.

¿En qué consiste la ley del karma? 

Es la creencia, según la cual existe una relación de causa y efecto entre lo que hace cada ser humano y su felicidad o infelicidad. Si se porta bien, goza y, si se porta mal, sufre.

Pues bien, al constatar que no siempre sucede así, se inventó la creencia en la reencarnación, como para decir: “Bueno, si alguien se porta bien y de todos modos sufre, quiere decir que se portó mal en la vida anterior. Lo mismo cuando alguien se porta mal y goza. Quiere decir que en la vida anterior se portó bien y no gozó lo suficiente».

En la vida práctica, la creencia en la reencarnación ¿acarrea alguna consecuencia positiva o negativa? 

Claro que sí. En efecto, la creencia en la reencarnación contribuye a fomentar una actitud pasiva frente al sufrimiento, impidiendo reflexionar acerca de las causas que lo  provocan y la manera de volverse solidarios con los más débiles y necesitados.

¿Qué dice la Biblia acerca de la reencarnación?

La Biblia está en contra de esta creencia. En realidad, no habla de una vida anterior o posterior a la actual.

Murió el pobre y fue llevado por los ángeles 
al seno de Abraham.
Murió también el rico y fue sepultado.
Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos
y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro en su seno (Lc 16,23).

¿Qué diferencia hay entre la reencarnación y la resurrección?

Mientras se habla de muchas reencarnaciones con cuerpos naturales, hay una sola resurrección con un cuerpo totalmente diferente del anterior.

Se siembra corrupción, resucita incorrupción;
se siembra vileza, resucita gloria;
se siembra debilidad, resucita fortaleza;
se siembra un cuerpo natural, 
resucita un cuerpo espiritual (1Cor 15, 42-44).


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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)