BEATO RAMÓN
VARGAS
1 de abril
1927 d.C.
Ramón Vargas nació en Ahualulco,
Jalisco, en 1905, en el seno de una familia acomodada. Tres notas le
distinguieron de sus once hermanos: el color pelirrojo de su pelo, que
le valió el mote de “Colorado”, su elevada estatura y su
jovialidad. Como su padre, ingresó en la Escuela de medicina de
Guadalajara, donde destacó por su buen humor y su catolicismo.
En cuanto pudo hacerlo,
atendió gratuitamente la salud de los pobres. A los 22
años, próximo a terminar sus estudios universitarios,
Anacleto Gózalez le
pidió que se sumase a los campamentos de la resistencia activa
como enfermero: “Por usted hago lo que sea, Maestro, pero irme al monte
no”, contestó Ramón.
Cuando la policía entró en su casa, Ramón
consiguió escaparse, pero no tardó en volver sobre sus
pasos y entregarse. Cuando supo que iba a morir, su hombría de
bien y su esperanza cristiana le bastaron para unir su sacrificio al de
Cristo. Para atenuar la sentencia el general de división
Jesús María Ferreira, ofreció dejar en libertad al
menor de los hermanos; el indulto le correspondía a
Ramón, pero este, sin admitir reclamos, cedió su lugar a
su hermano Florentino. Antes de ser fusilado, Ramón
flexionó los dedos de su mano diestra formando la señal
de la cruz.