23 de mayo
Hijo de Don Giovanni Folch,
primer duque de Cardona (España), el Beato Raimundo fue destinado
a la corte, pero cuando estaba a punto de ser presentado al Rey, el joven
Raymond se arrojó a los pies de su padre rogándole que entrara
en la Orden de la Merced. Con el consentimiento de su padre, tomó
el hábito en el convento de Barcelona, donde ejerció el camino
espiritual con tanta humildad y santidad que la realeza de Castiglia Ferdinando
e Isabel quisieron que recurriera a los tribunales para usar su consejo.
Proclamado obispo de Cuenca, renunció a él por su gran humildad
hasta que murió en el convento de Zaragoza en brazos de sus religiosos
y asistió a toda la corte en su funeral.