BEATO RAFAEL ROMAN DONAIRE
1936 d.C.
8 de diciembre
Fue bautizado a los seis días
de su nacimiento en la Iglesia Parroquial de san Nicolás de Bari de
su pueblo natal. Siguiendo los pasos de su hermano y guiado por su Párroco,
el siervo de Dios don Luis Eduardo López y Gascón, ingresó
en el Seminario de san Indalecio en 1903. Fue ordenado presbítero
el once de abril de 1914 en la capilla del Palacio Episcopal de Almería.
Entre 1914 y 1923 ocupó la coadjutoría de la Parroquia
de Santiago, además de encargarse de la Parroquia de san Antonio durante
la epidemia de gripe de 1918. En 1923 fue nombrado Cura Ecónomo de
san Antonio de Almería. El veinticuatro de junio de 1926, tras brillantes
oposiciones, tomó posesión del beneficio de Maestro de Ceremonias
de la Catedral almeriense. Los Prelados le encomendaron muchos oficios en
la Curia, en el Seminario y en la pastoral diocesana. Cuando la República
expulsó a los Jesuitas, le confiaron la rectoría del templo
del Sagrado Corazón.
Apóstol de la infancia y de la juventud, llegó
a organizar sesiones de cine en la Catedral para atraer a los más
pequeños. Con igual fin fundó, en 1928, la Hermandad de Nuestro
Padre Jesús de la Victoria en su Entrada Triunfal a Jerusalén
y Nuestra Señora de la Paz que continúa protagonizando una
de las más entrañables procesiones almerienses.
Denunciado por su condición de presbítero, fue
detenido el diez de noviembre de 1936 y torturado en la cárcel. Don
Antonio Pumarola Bueno, que coincidió con el siervo de Dios en prisión
cuenta que: « Me acerqué a él en cuanto pude y con la
mayor prudencia. Me dijo que era el primer que estaba allí; entre
idas y venidas con nuestros carros cargados de piedras hablamos y me confesó,
tomando como era natural todas las preocupaciones posibles. Recuerdo que
al terminar me dijo: “Qué pena que tú no puedas confesarme
a mí”. » El odio de la Persecución Religiosa lo llevó
al martirio en la madrugada de la Purísima junto a la chimenea del
Ingenio. Tenía cuarenta y cinco años.