BEATO PÍO
BARTOSIK
12 de diciembre
1941 d.C.
Ludovico nació en Kokanin junto a Kalisz, Polonia. Su familia
era muy pobre, pero gracias a la ayuda de amigos y del párroco
del lugar, pudo Ludwik recibir una adecuada preparación
intelectual. En 1926 es admitido en la Orden de los Hermanos Menores
Conventuales, donde comenzó el noviciado en Kalwaria Paclawska y
luego en Pagiewniki. En 1927 emitió sus primeros votos
religiosos, y fue allí donde le fue impuesto el nombre de Pius.
Prosiguió sus estudios, hasta que en 1931 se traslada a Cracovia
para asistir al Seminario Mayor, donde en 1935 recibe la
ordenación.
Como primer destino
fue enviado al convento de Krosno, donde se distinguía por su
devoción, y sobre todo por atender asiduamente al sacramento de
la confesión. Fue sustituto de san Maximiliano Kolbe en el
convento de Niepokalanów, y responsable de la impresión
de los periódicos marianos. Su consigna era: «Con la ayuda
de la Inmaculada, conquistar el mundo entero y todas las almas para el
Santísimo Corazón de Jesucristo». San Maximiliano
lo consideraba un «santo y grande hombre».
El 19 de septiembre de 1939, con un grupo de hermanos, entre ellos el
propio Kolbe, fue encarcelado por los alemanes y comienza su
tránsito por los campos de concentración de Lamsdorf,
Amtitz y Ostrzeszów. Soportó con paciencia el hambre y el
sufrimiento, y repetía: «Hasta ahora le decíamos a
los demás cómo debían soportar el sufrimiento,
ahora nos toca a nosotros superar todo esto, ¿si no qué
valor tendría nuestra palabra?». Fue liberado, pero
arrestado por segunda vez en 1941, nuevamente con el P. Kolbe, el P.
Antonin Bajewski y otros, y llevado a Varsovia, donde soportó
con paciencia todo tipo de tormentos.
El 4 de abril de 1941, durante la semana santa, el padre
Pius y el padre Antonin fueron deportados al campo de
concentración de Oswiecim: Pius fue registrado con el
número 12832 y destinado a trabajos forzados en la
construcción. Físicamente disminuido por una dolorosa
herida en la pierna, por una infección cutánea y otras
enfermedades, fue trasladado al hospital. Allí, enfermo entre
enfermos, consolaba y asistía a los otros internados, en
particular ejerciendo el ministerio de la reconciliación. Pius
Bartosik, aunque fue muy probado físicamente, soportó con
paciencia esta trágica situación, y, después de
recibir la unción de los enfermos, murió en la noche del
12 al 13 de diciembre de 1941.