MILAGRO EUCARÍTICO DE BAGNO DI ROMAGNA

 

    ¿Por qué nuestro Seños Jesús y su Madre María escogieron los lugares que escogieron para hacer milagros y apariciones? Bagno di Romagna es un pequeño pueblo arriba de las montañas entre Arezzo y Cesena, Italia. Si usted va allí desde Forli, o Cesena, cerca del Mar adriático, el viaje es una subida por la montaña muy agradable que lleva alrededor de 40 minutos. Si usted va desde Arezzo, es un viaje de curvas y montañas, un dar vueltas con su vida en sus manos. Es un hermoso y pequeño pueblo, no afectado por el hecho de que Nuestro Señor se presentó Él mismo a las personas de este pueblo en una forma física, hace cerca de 602 años, en 1412.

    La Iglesia de Santa María Assunta, que ahora es una Basílica, fue originalmente construida sobre un templo pagano. Ha sido Iglesia y monasterio a través de los años. Cuando el milagro, era un monasterio llamado la Abadía Camaldolese de Santa María en Bagno bajo la custodia del Padre Lazarro y los Monjes Camaldoleses.

    Este sacerdote tenía problemas con la Fe. El problema que existió en la época de Lanciano, o Bolsena, o Siena, ha existido desde los primeros tiempos de nuestra Iglesia, y ha seguido hasta hoy. Sin embargo, nosotros hemos tenido desde el principio el regalo que el Señor nos dio, “Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo” Mateo 28,20. Nosotros creemos que en esos momentos, cuando estamos tan necesitados de Él, Él viene a nosotros en esa forma tan especial, en forma de milagro, para que nosotros recordemos esas palabras que Él nos dio.

    Un día nuestro sacerdote estaba teniendo un ataque de duda sobre la presencia física de Nuestro Señor en la Eucaristía. Él estaba siendo atormentado por los más diabólicos pensamientos. Al comienzo de la Celebración de la Misa, el no podía liberarse de los poderes que lo estaban venciendo, pero continuó. Durante la Consagración, la presión se hizo intolerable. El estaba perdiendo la poca fe que le quedaba. De repente, cuando el miraba dentro del cáliz, no podía creer lo que veía. El vino se convirtió en sangre roja, y empezó a hervir. Se derramó fuera del Cáliz sobre el corporal. Estaba viva, palpitando.

    ¿Por qué palpitaba la sangre? Todos los escritos que hemos traducido hacen énfasis en que estaba viva. El sacerdote que entrevistamos cuando visitamos el milagro en la Iglesia habló sobre “La Sangre Viva”. Quizás esto fue necesario para que se grabara en el sacerdote la verdad sobre el Dios vivo. Dejando que la sangre hirviera, palpitara, y latiera, este pobre sacerdote podría convencerse de que Su Dios estaba realmente vivo y presente en la Sangre. Quizás esto era para otros sacerdotes, otras personas dentro o fuera de la Iglesia, para entonces y para ahora.

    En estos milagros Eucarísticos que hemos estudiado, el Señor usa una forma única de manifestarse ante nosotros. Este, el milagro Eucarístico de Bagno di Romagna, es uno de los más extraños que hemos experimentado. El sacerdote estaba visiblemente tembloroso cuando esto sucedió. El se viró hacia la congregación llorando, sollozando, confesando su pecado de duda, y el regalo que el Señor le había hecho. Oró pidiendo perdón, y consagró la fe de toda su vida a la presencia física de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía. Esto tuvo un efecto permanente en su vida. El llevo una vida ejemplar durante cinco años siguientes después de los cuales murió. Cuando él murió, se le dio el título de “Venerable” por la vida que había vivido desde la época del milagro hasta su muerte.

   No fue hasta 365 años después que el corporal manchado de sangre fue trasladado a un relicario de plata. El Papa Pío VI convocó una comisión para estudiar los hechos del incidente. El 25 de agosto de 1777, el corporal fue cambiado. Pero todavía no estaba expuesto para que el público lo venerara. En 1885, el obispo local de San Sepolcro abrió el envase de plata y examinó el corporal manchado de sangre, él confirmó que las manchas de sangre todavía estaban claras y rojas.

   Para el aniversario de los quinientos años, en 1912, se hizo una gran celebración en honor al milagro. Esto fue junto con un Estadio Eucarístico de una semana, al cual asistieron más de cien sacerdotes. En 1958, se hizo otra investigación del Corporal manchado de sangre, esta vez se usaron medios científicos. Un análisis químico se hizo en la Universidad de Florencia. Fue confirmado que el corporal contenía verdadera sangre. Considerando la explicación que la sangre pierde sus cualidades químicas poco tiempo después de que ha sido derramada, este es otro Milagro Eucarístico muy importante, el que la sangre todavía retenga sus propiedades, después de 600 años.

    El Corporal Sagrado se guarda en un relicario en la Iglesia de Santa María Assunta en Bagno en una capilla especial, construida especialmente para colocar el Corporal. El relicario tiene el frente de cristal para que se puedan ver las manchas de sangre en el Corporal. No está en exhibición siempre, pero sí en ocasiones especiales durante el año. Sin embargo, puede ser visto por los peregrinos.

    La razón principal por la cual el Señor decidió manifestarse en esta forma, la conversión de este sacerdote. ¿Qué nos dice esto a nosotros? Primeramente, nos dice la importancia del sacerdocio para Nuestro Señor. Jesús el gran pastor, quien conociendo el problema de uno de los más pequeños de sus hijos, viene a la tierra, en la manifestación física de su Sangre, para restaurar la fe, y salvar la vocación de este hombre.

    Él conoce toda lágrima que cae, toda duda, todo temor de cada uno de su pueblo. En cualquier momento en que estemos abatidos, caídos en lo más bajo, podemos elevarnos hacia lo más alto sabiendo que nunca estamos solos.

    La enseñanza más grande de la Eucaristía. Hay dos milagros que ocurrieron en 1412. El primero fue que nuestro Señor Jesús viniendo a nosotros en forma de sangre viva y el segundo es el milagro de la conversión del sacerdote, a través del Cuerpo de Cristo. ¿Por qué nos dejó su Cuerpo? Su Cuerpo, pan convertido en Carne y sangre, nos llama a la conversión, a cambiar, a la Encarnación.

    En la Eucaristía ocurre el cambio. El pan y el vino se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Nuestro Señor Jesús. Pero eso es solo la mitad del cambio. Nosotros tenemos que cambiar también. La conversión debe de llegarnos. Dios extiende sus manos. Todo lo que tenemos que hacer es tomarlo.

    Un sacerdote durante una Misa dijo: “si el único cambio que ocurre aquí es en el altar, hemos perdido el tiempo del Señor, y también nuestro tiempo” La Misa no es un juego de espectadores. La Eucaristía es la culminación de la experiencia en la cual la humanidad se une a la Divinidad para formar una nueva creación, un nuevo Adán y Eva, un mundo nuevo. Dios hace su parte pero nosotros debemos hacer la nuestra.

    Las personas de Bagno di Romagna no hicieron su parte y nuestro Señor intervino otra vez, esta vez a través de su madre. En la Iglesia de Santa maría Assunta en Bagno , hay un santuario dedicado a Nuestra Señora, el cual recibe casi tanta atención de las personas como el Milagro Eucarístico. También tiene que ver mucho con intervenciones milagrosas. Es llamado Madonna del Sangue, nuestra Señora de la Sangre. Hay una lámina de nuestra Señora con el Niño Jesús, la cual es venerada en su propia capilla.

    En el año 1498, 86 años después del milagro Eucarístico había ocurrido en la Iglesia, hubo una gran lucha entre los vecinos de la ciudad de Bagno. Había desconfianza, violencia y venganza. No parecía posible que en Bagno, donde el Señor había dado a las personas el regalo de sí mismo en forma milagrosa, que alguien pudiera regresar a su forma de vida anterior. Esto nos recuerda las palabras del Santo Cura del Ars, San Juan Vianney. Él se la paso toda su vida trabajando 18 horas diarias en el confesionario y enseñando a su pueblo. Él había logrado convertir a su ciudad completa, así como a muchos de los alrededores de Francia. Él dijo “Yo sé que cuando yo muera, ellos volverán a ser de la forma que ellos eran” Y antes de que él muriera, la ciudad volvió a su forma antigua. Así paso en Bagno di Romagna.

    Había en una casa privada, un grabado en madera de Nuestra Señora con el Niño Jesús en sus brazos. La tradición de la familia dueña del grabado, era que cada noche alrededor de las 5:30, alguien encendiera una lámpara al grabado de madera, y orara a Nuestra Señora. El 20 de Enero de 1498, uno de los niños, Bozio Deiaiuti, encendió la lámpara y empezó a orar. El vio sangre corriendo por el brazo izquierdo del grabado de madera. Inmediatamente llamó a su hermano Paolo para que fuera testigo de lo que estaba ocurriendo. Paolo reaccionó naturalmente, al ver la sangre rápidamente se desmayó.

    El rumor corrió rápidamente por toda la ciudad, y al poco tiempo, había grandes multitudes de personas viniendo a la casa para presenciar el milagro. Un milagro mayor ocurrió mientras las personas se reunían ante el grabado de madera. Ellas empezaron a pedirse perdón unas a otras por faltas pasadas, argumentos y venganzas. El derrame de sangre paro dos horas después.

    Casi todo el mundo de Bagno que había tenido resentimientos hacia otros y había visto el milagro, se había reformado. Solo dos no habían visto el milagro, santa y Lucrezia, as que se habían jurado enemistad una a la otra y a sus familias de por vida. Cuando ellas entraron en la casa, a pesar de que el derrame de sangre había parado, dos gotas cayeron en su brazo ante la presencia de estas dos enemigas mortales, causando el que se pidieran perdón una a la otra. Con esto, en la ciudad completa se perdonaron unos a otros.

    Pocos días después, el Abad de las Iglesia trajo la imagen a la Iglesia. Un altar especial se construyó en su honor, en el que la imagen es venerada. En 1505, una caja decorativa se construyó en Florencia para guardar propiamente la Imagen de Nuestra Señora. El dinero para esto fue donado por las personas de Bagno. Muchos milagros se le atribuyen a nuestra Señora.

    ¿Por qué nuestro Señor permitió otro milagro en Bagno? Los que tenemos devoción a María debemos ir a la Biblia, a las Bodas de Caná. “Hagan lo que Él les diga”.

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(Parroquia San Martín de Porres)