BEATO MIGUEL LEIBAR
GARAY
1936 d.C.
14 de septiembre
Nació en el
Barrio de Aozaraza, caserío Sargaray, municipio de Arechevaleta
(Guipuzcoa), el 17 de febrero de 1885. Fue bautizado dos días
después en la iglesia de Aozaraza y confirmado el 15 de julio de
1891 en la iglesia de la Asunción de Arechevaleta. A los 13
años ingresó en el vecino postulantado marianista de
Escoriaza, donde obtuvo una sólida formación durante
cuatro años. En marzo de 1902 se trasladó al noviciado de
Vitoria, donde permaneció un año, destacando por su
piedad, aplicación, docilidad, constancia e inteligencia. Hizo
su primera profesión en Vitoria, el 24 de marzo de 1903, y
volvió de nuevo a Escoriaza para continuar la formación
durante dos años.
Mostraba plena disponibilidad para ir a donde los
superiores determinaran, fuera China, Japón o América.
Enseñó en los colegios marianistas de Vitoria y Madrid
(1905-1912) y obtuvo en 1909 la licencia en Filosofía y Letras
por la universidad Central de Madrid. Destinado al estado
eclesiástico, pasó en julio de 1912 a estudiar a Friburgo
(Suiza). Allí se ordenó sacerdote el 1 de agosto de 1915.
En septiembre de 1915 lo nombraron capellán del
colegio de Cádiz; al año siguiente, director del de Jerez
de la Frontera, cargo que ocupó hasta 1922, cuando
regresó a Madrid al nuevo edificio del colegio de El Pilar, como
profesor y capellán. Desempeñaría posteriormente
esas mismas funciones en Vitoria de 1923 a 1925, año en que lo
nombraron director del colegio de San Sebastián. En 1930
volvería a Madrid, también como capellán y
profesor. Abnegado, con profunda convicción de las verdades de
la fe y muy dedicado al apostolado entre los alumnos y en la comunidad,
le estimaban mucho como confesor.
Al comienzo de la persecución religiosa, en julio
de 1936, se ofreció a quedarse en Madrid tratando de defender a
las personas y obras de los inminentes peligros. Fue colocando a los
hermanos en diferentes casas, mientras el permaneció en la
residencia provincial, que estaba en la calle Velázquez y se
manifestaba dispuesto a sacrificar su vida por Dios. Lo detuvieron en
la tarde del 28 de julio, después de profanar los objetos
sagrados que encontraron en la residencia, lo llevaron al Puente de
Vallecas y allí lo martirizaron el mismo día.