BEATO MATÍAS CHOE IN-GIL
28 de junio
1795 d.C.



   Nació en Corea en el seno de una familia de actores. Era hermano del beato Ignacio Choe In-gil, que también fue martirizado. Conoció el catolicismo gracias al beato Juan Bautista Yi Byeok y fue bautizado en 1784. Desde el inicio de su bautismo tomó la misión de predicar el Evangelio junto a los otros fieles de aquella comunidad. Cuando el beato Pablo Yun Yu-il, regresó de Pekín con el fin de conocer las comunidades cristianas, ya formadas y con sacerdotes al frente, Matías dedicó todos sus esfuerzos en buscar la forma de introducir sacerdotes en Corea, a pesar de la prohibición de las autoridades coreanas. Se le confió el encargo de encontrar escondites seguros para los misioneros.

   Consiguió una habitación en Gyendong (actual Gye-dong Jongno-gu, en Seul) para los sacerdotes que debían llegar desde China. El primero que llegó fue el P. Jaime Zhou Wen-mo, en 1794, pero la Corte coreana se enteró por un espía de esta llegada y comenzó una caza al misionero para expulsarlo. Milagrosamente este sacerdote consiguió huir gracias a otra convertida. Mientras tanto Matías, esperaba a la guardia real en su propia casa, haciéndose pasar por el misionero chino… pero… su magnífica actuación (ya que hablaba perfectamente el chino) después de que fuera capturado, su verdadera identidad fue descubierta, pero consiguió su fin que el P. Zhou pudiera escapar.

   En la cárcel, junto a otros compañeros, fueron torturados para hacerles hablar. Pero los torturadores se sintieron confundidos ante la firmeza y sinceridad de estos mártires, que a pesar de las palizas no delataron el lugar donde se había escondido el P. Zhou; por ello los guardianes decidieron azotarlos con una fusta hasta su muerte. Matías tenía 30 años. Fueron beatificados por el Papa Francisco el 16 de agosto de 2014.

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(Parroquia San Martín de Porres)