Maria Tuci, nativa de la aldea de Ndërfushaz en Albania, asistió a la universidad de las hermanas Stimmatine en Scutari y pidió ingresar a su instituto religioso. Al ser instruido para enseñar en escuelas primarias en dos países, también transmitió en secreto el catecismo. Detenida junto con algunos familiares el 10 de agosto de 1949, la llevaron a la prisión de Shkoder, donde, por no revelar el nombre del asesino de un político comunista y por no querer permitirse a un miembro de la Sigurimi (policía del régimen), sufrió la tortura atroz.

   Debido a la privación sufrida, fue ingresado en el hospital civil de Scutari, donde murió el 24 de octubre de 1950. Sus restos mortales, exhumados después de la caída del comunismo en Albania, actualmente descansan en la iglesia de Stimmatine en Scutari. Es la única mujer en la lista de los 38 mártires albaneses beatificados el 5 de noviembre de 2016, bajo el pontificado del Papa Francisco.