BEATA MARÍA
ROSA DE JESÚS PELLESI
1 de diciembre
1972 d.C.
Nació en Prignano sulla Secchia (Italia), en el seno de una
familia acomodada. Después de hacer en Rímini el
postulantado y el noviciado, en 1941 tomó el hábito de
las Hermanas Terciarias Franciscanas de San Onofre, llamadas
después de una propuesta suya, Franciscanas Misioneras de
Cristo.
Estuvo impartiendo
clases y atendiendo enfermos en varios centros. Siempre buscó la
voluntad de Dios y ser santa en todas las circunstancias. En la escuela
de Cristo crucificado aprendio a sufrir y sobre todo a entregarse como
ofrenda por amor. En el Hospital se comportó como un buen
samaritano, ayudando a los demás enfermos con su palabra, con su
sonrisa y con su sola presencia. Describiendo su experiencia hablaba
siempre de alegría, amor e incluso de felicidad.
En 1946 se
consagró a María. En 1947 tuvieron que operarla para
eliminar las adherencias de un neumotórax y se vio afectada por
una pleuritis con exudación. Desde entonce tuvieron que
extraerle periódicamente líquido de la pleura, que se
convirtió en una "fuente inagotable". Sufrió
muchísimas operaciones, y en una de ellas, se le quedó
clavada una aguja, que no se pudo extraer, y desde entonces la
llevó clavada en el pecho como una "lanza" hasta su muerte.
En uno de sus escritos
afirma: "Me abandono totalmente a Jesús. Me fío de
él. Lo amo. Es un abandono vivido en una oración
contínua y silenciosa". A
lo largo de 13 años llevó insertado un tubo de drenaje.
Murió en la hora de las Vísperas. Fue beatificada el
29 de abril de 2007 por Benedicto XVI.