BEATA MARÍA LUDOVICA DE ANGELIS
25 de febrero
1962 d.C.



   Antonina nació en la aldea de San Gregorio, L'Aquila (Italia), en el seno de una familia campesina. En 1904 ingresó como religiosa del Instituto de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, y cambió su nombre por el de María Ludovica.

   En 1907 fue destinada a Buenos Aires, Argentina. Desde este momento se da en ella un florecer ininterrumpido de humildes gestos silenciosos en una entrega discreta y emprendedora. Fue enviada a un hospital de niños, primero como cocinera y después llegó a ser superiora de la comunidad a pesar de su escasa cultura. Gracias a su sonrisa e inmensa bondad, llegó sin saberlo, en un instrumento de la misericordia de Dios. Su línea de vida fue: "Hacer el bien a todos, no importa a quién". 

   Logró con subvenciones, que nadie ha sabido de donde salían, salas de cirujía, salas para los niños enfermos, nuevas maquinarias, un edificio en el Mar del Plata destinado a la convalecencia de los niños, una capilla, hoy parroquia, y un floreciente campo de cultivo para que sus protegidas tuviesen siempre alimento natural. Durante 54 años, sor María Ludovica, fue amiga y confidente, consejera y madre, guía y consuelo, de cientos de personas de toda condición social de City Bell donde murió con fama de santidad. El hospital donde trabajó se llama "Hospital Superiora Ludovica". Fue una mujer de una profunda oración. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II el 3 de octubre de 2004.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)