BEATA MARÍA DE
LOS ÁNGELES FONTANELLA
16 de diciembre
1717 d.C.
María Ana Fontanella nació en Baldinero (Turín),
en el seno de la familia de los condes de Fontanella. Su "Autobiografía" nos cuenta, que siendo muy
niña le sobrevino una rara enfermedad por la que los
médicos la desahuciaron, pero, por intercesión de
María, sanó. Desde entonces empezó una vida de
mayor sacrificio y de más oración. Su gran anhelo era
recibir la Comunión y su imaginación volaba como si lo
hubiera recibido realmente. A los 15 años murió su padre,
y su madre la encargó la dirección de la casa, oficio que
desempeñó inteligentemente. Se preocupaba de todo y de
todos. A todos servía con una gran caridad.
A los 16 años
intentó hacerse ermitaña sin éxito. Luego
ingresó en las carmelitas de Santa Cristina de Turín
donde cambió su nombre por el de María de los
Ángeles. Sentía una gran inclinación afectuosa por
su familia. Ella se volvía a Cristo y le decía: "Bien
veis, Amor mío, lo mucho que me cuesta dejar mi madre, pero os
la ofrezco a ella y todas las cosas. A cambio, aceptadme como hija y
esposa vuestra". En 1677, emitió los votos religiosos y en 1702,
hizo el voto heroico de "hacer siempre los más perfecto". Esto
la espoleaba a realizar todas las cosas en presencia de Dios. Antes de
hacer algo, se preguntaba si aquello era o no era según voluntad
de Dios. Fue elegida priora y maestra de novicias. Fundó el
convento carmelita de Moncalieri en 1702. Su vida era de una entrega
profunda a la contemplación. Hizo cuando profesó seis
propósitos que, observándolos a rajatabla, fue el
trampolín que la llevó a la santidad.
La familia real se contaba entre sus admiradores y confidentes. En
1696, gracias a su oraciones consiguió la liberación de
Turín y atribuyó esta intercesión a san
José, al que proclamaron patrón de la ciudad; en
1706, gracias a sus oraciones a María, logro que la ciudad de
Turín no fuera invadida por los franceses, y por ello se
construyó el templo votivo de Superga. Era pariente de san Luis
Gonzága y como él se distinguió por su pureza.
Murió en Turín, donde reposan sus restos en la iglesia de
Santa Teresa.