BEATA MARÍA
CLARA DEL NIÑO JESÚS
1 de diciembre
1899 d.C.
Nació en Amadora, Portugal, en el seno de una familia de la
antigua nobleza. Se llamaba Libania Carmelitis Galvao Mexia de Moura
Telles y Alburquerque. Quedó huérfana en las epidemias de
1856-1857, y su educación fue confiada al Asilo Real de Ajuda,
en Lisboa, institución que atendían las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paúl. Cuando en 1862 estas hermanas
francesas fueron expulsadas de Portugal, ella pasó a vivir con
los marqueses de Valada, sus parientes, cuando apenas había
cumplido 19 años.
Después de cinco años de vida fastuosa, renunció a
todo e ingresó como Terciaria Franciscana de la orden seglar y
luego ingresó en el pobre convento de San Patricio y
adoptó el nombre de María Clara del Niño
Jesús. Llegó en Portugal la orden de expulsión de
las congregaciones religiosas, fue orientada por el director espiritual
de la Fraternidad de las Capuchinas, padre Raimundo dos Anjos Beirao,
al monasterio francés de las Hermanas Franciscanas Hospitalarias
y Maestras de Calais, donde hizo el noviciado y emitió los votos
en 1871.
Ese mismo año,
regresó al convento de San Patricio en Lisboa y, bajo la
orientación del padre Beirao, comenzó allí la
reforma espiritual de las Terciarias Capuchinas. De ese modo nace, en
1871, la Congregación de las Hermanas Hospitalarias de los
Pobres por Amor de Dios, aprobada por Pío IX el 27 de marzo de
1876. En 1964 tomó el nombre actual de Congregación de
las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción.
Dotó a toda Portugal de centros de asistencia y beneficencia.
Fue una mujer entregada a los más pobres y soportó con
paciencia y heroicidad las calumnias. Su lema fue: “Hacer el bien
allí donde hubiera un bien por hacer”. Murió n Lisboa.
Sus restos mortales se custodian en la cripta de la capilla de la Curia
General, en Linda-a-Pastora, Queijas (Lisboa). Fue beatificada por
SS. Benedicto XVI el 21 de mayo de 2011.