BEATA MARÍA ANA
DE JESÚS NAVARRO DE GUEVARA
17 de abril
1624 d.C.
La
"azucena de Madrid". Mariana Navarro de Guevara nació en Madrid,
en el seno de una familia acomodada. Su madre murió cuando ella
tenía nueve años, y tuvo que cuidarse del cuidado de sus
numerosos hermanos. Fue niña de la Corte, y como tal
vestía con elegancia. Tuvo un novio cuando contaba cerca de 22
años, Pedro de Urbina, pero cortó las relaciones un
año después, porque decidió consagrarse a
Dios para siempre. Como la Corte se trasladó a Valladolid, ella
fijó allí su residencia. Al volver a su casa, ya separada
de sus hermanos, vivió con una criada, Catalina de Cristo, que
le hizo la vida imposible.
Se dirigió a
los mercedario de Madrid, y vivió en la recoleta junto al
convento de Santa Bárbara, que empezaba a construirse, en un
"aposentillo" humilde durante cuatro años (1606-1610). Luego
tuvo que abandonarlo y "pasó a vivir en un portalejo" como
"mendiga del Señor". Desde 1612 logró, con limosnas que
le construyeran una casita junto a los Recoletos, donde vivió
hasta 1620. Pero en 1613, había tomado el hábito de la
Merced como terciaria, y al año siguiente hizo su
profesión, con el permiso de vestir el hábito, pero ella
lo hizo sólo privadamente, porque fue consciente que su salud no
le permitía ser monja.
Tuvo enfermedades desde
los 33 años, y todas las soportó pacientemente. Tuvo dos
amores: Jesús Sacramentado y la Virgen de la Merced. Por su casa
pasaban enfermos y pobres, a los que ayudó con todo lo que
tenía. Fue recibida en la corte de Felipe IV, e incluso fue
madrina de bautismo del VII duque de Alba. Los ricos la ayudaban, y
ella ayudaba a los pobres. Su humildad fue proverbial, y pedía
limosna en una borriquilla por todo Madrid. Tuvo influencia en la
canonización de san Isidro Labrador (1622). Murió en
Madrid y su cuerpo permanece incorrupto en el convento mercedario de la
calle de don Juan de Alarcón. Fue beatificada el 25 de mayo de 1784 por
el Papa Pío IV. Es
copatrona de Madrid.