BEATO MARTIN CID
1152 d.C.
7 de octubre
Nació en Zamora. Sintiéndose llamado por Dios para vivir
en soledad, oración y ascesis “eligió así para su
retiro una cueva cerca de Paleas, pueblo del Obispado de Zamora, donde
se entregó a los rigores de una penitencia sin límites.
Supo que la misma gruta habia servido de abrigo a varios ladrones, y
queriendo convertir la que fue morada de malhechores en casa de
edificacion, erigió en ella un famoso Hospital para refugio de
los pobres, a quienes asistía con caridad junto con algunos
otros piadosos compañeros, que reunidos con él, se
ejercitaban a su ejemplo en obras de misericordia”.
A nuestro santo le plació la reforma del Císter que se
practicaba en el Monasterio de Moreruela, y nació en él
el deseo de profesar como cisterciense, por ello al Obispo de Zamora
que le pidiera a san Bernardo de Claraval, que enviara monjes a su
Hospital, a establecer en él la reforma del Císter,
ofreciéndose Martín a abrazarla con todos sus
compañeros. La petición fue escuchada y Martín fue
nombrado, contra su deseo, abad del nuevo monasterio. “Persuadido
Martín que el Superior debe serlo tanto en las virtudes, como en
la dignidad, se dedicó enteramente a que en sus acciones viesen
los súbditos lo mismo que persuadia con sus palabras”.
Su fama de santidad se extendió por todo el reino,
y ello supuso que el rey Alfonso VII le concediese las Villas de Cubo y
de Cubeto, para que erigiese un nuevo monasterio en honor de
María, como consta por su Real Privilegio del año 1137.
El Monasterio conforme a la voluntad del Rey, se llamó de Santa
María de Vellofonte, tomando esta denominacion de una fuente
cristalina inmediata, y tambien se llamó de Paleas por estar
junto a este Pueblo. Martín fue el abad durante 15 años y
se sabe que durante su gobierno “condujo a un gran número de
religiosos a la perfección”.
Murió, «esclarecido en triunfos, y glorioso
en milagros», el dia 7 de Octubre del año 1152.
Depositaron los monjes el cuerpo en el mismo Monasterio de Santa
María de Vellofonte. A causa de las inclemencias del lugar, el
rey San Fernando III, trasladó el monasterio a otro lugar y se
llamó Valparaíso en 1232. Con este motivo se
trasladó el cuerpo de San Martín a la capilla bajo su
advocacion en el nuevo monasterio.