BEATO MARCOS CRIADO
1569 d.C.
25 de septiembre
Nació en Andujar (Jaén) en el seno de una familia
cristiana. Al quedarse huérfano de madre en el 1535,
ingresó en los Trinitarios. Fue un hombre humilde y penitente,
perseverante en la oración y en el estudio, logró una
formación completisima. Fue un gran predicador y confesor.
Estuvo en el convento de Úbeda como predicador mayor.
Ante las provocaciones y el avance del Islam en las
Alpujarras, los obispos de Almería y Guadix, solicitaron al
superior de los trinitarios, cuatro monjes de probada virtud para que
recorrieran sus diócesis y frenaran el impulso del Islam. Marcos
fue uno de los elejidos y comenzó su labor misionera. El puesto
de residencia fue La Peza, Granada, y desde allí predicó
en todos los pueblos de las Alpujarras. No se detuvo hasta llegar a la
sierra de los Filambres, donde estuvo a punto de morir a manos de los
moriscos. Predicó en las plaza, las calles, las iglesias, las
casas, nada lo detuvo. Los cristianos lo recibieron con todo
cariño, pero los moriscos lo odiaban a muerte, y le infligieron
insultos, pedradas, salivazos, palizas...
En la Navidad de 1568 comenzó la rebelión de
los moriscos. Marcos se encontraba en La Peza, y entraron en la
parroquia donde estaba predicando, lo tiraron al suelo y lo sacaron
arrastrando hasta la plaza. La algarabía atrajo a las mujeres y
los chiquillos, y lo patearon y lo hubieran podido matar, si Marcos, no
fuera acogido por la familia de los Huete, que lo escondieron en su
casa y pudo huir por una ventana (en esta casa nació el padre de
la que suscribe esto). Los moriscos le persiguieron hasta la fuente de
Belchite, donde lo colgaron de una encina y lo abandonaron para que con
el tiempo se muriera desangrado, de sed y de hambre. Tres días
permaneció con vida cantando salmos y predicando a Cristo cuando
se le acercaban los moros y los cristianos. Al final un morisco
enfurecido le abrió el pecho y le arrancó el
corazón, viendo los asistentes, que tenía impreso en
él el anagrama de Jesús.
Comenzaron a llamarlo el Santo Marcos. Debido al culto y
veneración que recibió durante siglos en este pueblo y
comarca se comienza el proceso de beatificación. El proceso de
beatificación no llegó a término, pero el 2 de
julio de 1899 el papa León XIII aprobó el culto «ab
immemoriale», con título de Beato y mártir.