SAN LUIS
PAVONI
1 de abril
1849 d.C.
Nació
en Brescia. Vivió en una época caracterizada por profundos cambios
políticos y sociales: la Revolución Francesa (1789), la Jacobina
(1797), el dominio napoleónico con sus diferentes denominaciones y
por fin, desde 1814, el Austriaco. Pero la “política”de Ludovico Pavoni,
ordenado sacerdote en 1807, fue siempre y únicamente la política
del amor. Renunciando a alcanzar altos cargos eclesiásticos, a los
que parecía estar llamado cuando el obispo monseñor Gabrio María
Nava le quiere como su secretario (1812), supo dedicarse con creatividad
generosa a quien tenía más necesidad: los jóvenes y
entre éstos los más pobres. Para ellos abrió un centro
formativo, su “Oratorio” (1812). Al mismo tiempo, se entregaba, como destacará
el Obispo, "en apoyo de los párrocos para instruir, catequizar por
medio de homilías, de catequesis, de ejercicios espirituales sobre
todo a la juventud y especialmente a la más pobre que tenía
mayor necesidad, con muy buenos resultados". El 16 de marzo de 1818 es nombrado
Canónigo de la Catedral y se le confía la rectoría de
la basílica de San Bernabé.
Notando, entonces, que muchos
de los chicos de su Oratorio, sobre todo los pobres, decaían en su
empeño y se desviaban del buen camino, cuando tenían que insertarse
en el mundo del trabajo, que por desgracia no garantizaba un sano ambiente
moral y cristiano, Ludovico Pavoni decide fundar "un Instituto o Escuela de
Artes de carácter benéfico y privado, donde al menos los huérfanos,
o abandonados por sus propios padres fuesen acogidos, mantenidos gratuitamente,
educados cristianamente, y capacitados para desempeñar alguna arte,
a fin de formarles queridos para la religión, y útiles para
la sociedad y el Estado". Nace así, en 1821, el Instituto de San Bernabé.
Entre las artes, la más
importante fue la Tipografía, querida por Pavoni como "Escuela Tipográfica",
que se puede considerar la primera Escuela gráfica de Italia y que
pronto llega a ser una verdadera Casa Editorial. Con el paso del tiempo se
multiplican los oficios enseñados en San Bernabé: en 1831, Pavoni
detalla ocho oficios existentes: Tipografía, encuadernación
de libros, papelería, plateros, cerrajeros, carpinteros, torneros,
zapateros.
El Instituto de San Bernabé
unía por primera vez el aspecto educativo, el asistencial y el profesional,
pero la fisonomía más profunda "la idea característica"
del nuevo Instituto era que "los muchachos pobres, abandonados por sus padres
y sus parientes más cercanos, encontrasen todo lo que habían
perdido: ... no solamente... pan, vestido y educación en las letras
y las artes, sino también el padre y la madre, la familia, de los
cuales la mala suerte les ha privado, y con el padre, la madre, la familia
todo lo que un pobre podía recibir y gozar".
Durante el cólera
de 1836, "con una simple invitación Municipal, y sin la esperanza de
recibir ninguna contribución económica, son acogidos gratuitamente
en el Pío instituto, alimentados y educados con verdadero amor paterno.
... muchos, y muchos muchachos aun incapaces". Así se lee en las actas
de la reunión extraordinaria del Municipio de Brescia del 21 de agosto
de 1841.
Pavoni pensó también
en los labradores y proyectó una Escuela Agrícola. En 1841,
acoge en el Instituto a los Sordomudos. El 3 de junio de 1844 era condecorado
por el Emperador de Austria con el título de Caballero de la Corona
de hierro.
Para sostener y continuar el Instituto,
Ludovico Pavoni ya desde hacía tiempo andaba madurando la idea de formar
con sus jóvenes más fervorosos "una Congregación, que
unida con los estrechos vínculos de la caridad, y basada en las virtudes
evangélicas, se consagrase a acoger y a educar a los muchachos abandonados,
y dilatase gratuitamente sus cuidados también a favor de las Casas
de Industria, que quizá por falta de Maestros sabios y hábiles
en las artes, sienten prejuicios, y agravios": así ya en 1825 escribía
al Emperador Francisco I, de visita en Brescia. Obtenido el elogio del fin
de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada (pavonianos),
con decreto del 31 de marzo de 1843 de parte del papa Gregorio XVI, llega
por fin la aprobación imperial el 9 de diciembre de 1846. Monseñor
Luchi, Vicario General Capitular, haciendo uso de la facultad otorgada por
la Santa Sede, erige canónicamente la Congregación de los Hijos
de Maria, el 11 de agosto de 1847. Después de haber dado formalmente
el 29 de noviembre las dimisiones del Capítulo de la Catedral, el
8 de diciembre de 1847, solemnidad de la Inmaculada, Pavoni emite su profesión
perpetua.
Acerca de la fisonomía
de la nueva familia religiosa, los contemporáneos reconocen unánimemente
la novedad y la originalidad, pues se compone de Religiosos sacerdotes para
la dirección espiritual, disciplinar y administrativa de la obra y
de religiosos Laicos para llevar adelante los talleres y la educación
de los jóvenes. Aparece así la nueva figura del religioso trabajador
y educador: el hermano coadjutor pavoniano, insertado directamente en la misión
específica de la Congregación, con igualdad de derechos y de
deberes con los Sacerdotes.
El
día después de estallar la insurrección contra los Austríacos,
llamada de "los Diez Días", Ludovico Pavoni acompañaba a sus
muchachos a la colina de Salano, a doce kilómetros de Brescia, para
ponerlos a salvo del saqueo y de los incendios causados por la revuelta, que
justo en la plaza de San Bernabé había montado una barricada.
No muy bien de salud, se agrava y al amanecer,muere. Fue el inspirador del
"Proyecto Hombre" para la rehabilitación de los drogodependientes. Fue beatificado
por San Juan Pablo II el 14 de abril de 2002.