BEATO LORENZO DE RIPAFRATTA
1456 d.C.
27 de septiembre



   Nació en Toscana en el castillo de Ripafratta, y su vida tiene gran interés desde el momento que desde su convento de Santa Catalina en Pisa, se unió a san Juan Domenico para la reforma de la Orden de Predicadores. Observó fielmente la vida regular durante toda su vida; trabajó infatigablemente en la administración de la penitencia. Fue enviado a Cortona como maestro de novicios, y allí instruyó a los beatos Antonino Pierozzi y Juan de Fiesole (fray Angélico). Sin temor a ser contagiado, auxilió a enfermos durante la plaga que azotó a las ciudades de Pistoia y Fabriano.

   Por su sapiencia, el pueblo lo llamaba el "Arca de la Ciencia". Dio ejemplo a sus hermanos de congregación y feligreses con su vida de oración, ayuno, penitencia y devoción. Sufrió una herida en la pierna, la cual dolorosamente le acompañó el resto de su vida. Por el ejemplo de su silencioso y paciente sufrimiento -el cual ofreció a Dios-, se incrementaron la admiración y el cariño de los religiosos y del pueblo. Murió en Pistoya y su cuerpo se venera en la iglesia de Santo Domingo. En 1851 el Papa Pío IX confirmó su culto.

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(Parroquia San Martín de Porres)