1653 d.C.
15 de septiembre
Lavinia nació el 2
de junio de 1588 en Grottammare da Sigismondo Sernardi y Emilia Tesei. En
aquellos años, fue el papa Sixto V, nacido en el mismo país
el 13 de diciembre de 1521. Aparentemente, Lavinia fue la primera de las
niñas: ciertamente fue la mayor de sus hermanas Angelella, Porzia
y Vincenza. Él también tenía un hermano llamado Astolfo.
La madre Emilia se hizo cargo de la formación espiritual de Lavinia y la educó con gran cuidado. En el camino de la santidad, Lavinia fue dirigida por tres sacerdotes, a quienes ella juzgó como sus directores espirituales: el padre Vagnozzo Pica, sacerdote diocesano de Ripatransone y párroco de la parroquia de Sant'Angelo en la misma ciudad; Fray Nicolò Pallotta, Franciscano de Monteprandone; Don Girolamo Leti, pievano de la iglesia del castillo de S. Benedetto. Se sabe la gran devoción que Lavinia tenía hacia S. Benedetto Martire, en cuya tumba solía rezar, caminando por el camino de Lauretana.
Con solo 15 años, como se usaba en aquellos tiempos, se casó con Gio. Marino, hijo de Gio. Antonio, de la familia Giammarini. Después de siete años de matrimonio nació una hija, Ifigenia que murió después de unos meses. Después de un tiempo tuvo un segundo hijo, a quien llamó Francesco y después de tres años nació otra hija que llamó a Margherita.
En particular, se cuidó la educación que le dio la madre Lavinia a sus hijos Francesco, que estudió física en la Universidad de Fermo y Margherita, que siguieron la vida religiosa y se convirtieron en Cappuccina en Fermo.
Catani escribe: Es muy emocionante leer los testimonios de los confesores de Lavinia, que se encuentran ante un alma tan hermosa, lejos de todo pecado y siempre en actitud de oración. En realidad, la vida de Lavinia no tiene nada sorprendente o particularmente grandiosa, excepto, y esto no es poco, esta elección de unión mística con Dios, esta prueba de fidelidad evangélica, esta posibilidad de poner en práctica, por un cualquier mujer, incluso casada y con hijos, la perfección del discurso de la montaña, dirigida no solo a los apóstoles sino a todos los discípulos de Cristo.
Aquí se encuentra la peculiaridad de Lavinia Sernardi y su modernidad en la Iglesia de hoy: es una santa cristiana con el anillo en el dedo y testimonia que la forma ordinaria de matrimonio y vida familiar es un camino a la felicidad ... Lavinia nos enseña que la vida familiar es una vida de santidad, una vida de virtudes heroicas vividas en las condiciones comunes y ordinarias de la existencia humana.
De la biografía de p.Bevilacqua no se puede diagnosticar qué Lavinia murió. Era el año 1623, el 15 de septiembre, a la edad de 35, 3 meses y 13 días. El funeral tuvo lugar en la iglesia de la Madonna dei Monti, y fue enterrado allí. Incluso hoy en día, una placa indica su tumba.
La madre Emilia se hizo cargo de la formación espiritual de Lavinia y la educó con gran cuidado. En el camino de la santidad, Lavinia fue dirigida por tres sacerdotes, a quienes ella juzgó como sus directores espirituales: el padre Vagnozzo Pica, sacerdote diocesano de Ripatransone y párroco de la parroquia de Sant'Angelo en la misma ciudad; Fray Nicolò Pallotta, Franciscano de Monteprandone; Don Girolamo Leti, pievano de la iglesia del castillo de S. Benedetto. Se sabe la gran devoción que Lavinia tenía hacia S. Benedetto Martire, en cuya tumba solía rezar, caminando por el camino de Lauretana.
Con solo 15 años, como se usaba en aquellos tiempos, se casó con Gio. Marino, hijo de Gio. Antonio, de la familia Giammarini. Después de siete años de matrimonio nació una hija, Ifigenia que murió después de unos meses. Después de un tiempo tuvo un segundo hijo, a quien llamó Francesco y después de tres años nació otra hija que llamó a Margherita.
En particular, se cuidó la educación que le dio la madre Lavinia a sus hijos Francesco, que estudió física en la Universidad de Fermo y Margherita, que siguieron la vida religiosa y se convirtieron en Cappuccina en Fermo.
Catani escribe: Es muy emocionante leer los testimonios de los confesores de Lavinia, que se encuentran ante un alma tan hermosa, lejos de todo pecado y siempre en actitud de oración. En realidad, la vida de Lavinia no tiene nada sorprendente o particularmente grandiosa, excepto, y esto no es poco, esta elección de unión mística con Dios, esta prueba de fidelidad evangélica, esta posibilidad de poner en práctica, por un cualquier mujer, incluso casada y con hijos, la perfección del discurso de la montaña, dirigida no solo a los apóstoles sino a todos los discípulos de Cristo.
Aquí se encuentra la peculiaridad de Lavinia Sernardi y su modernidad en la Iglesia de hoy: es una santa cristiana con el anillo en el dedo y testimonia que la forma ordinaria de matrimonio y vida familiar es un camino a la felicidad ... Lavinia nos enseña que la vida familiar es una vida de santidad, una vida de virtudes heroicas vividas en las condiciones comunes y ordinarias de la existencia humana.
De la biografía de p.Bevilacqua no se puede diagnosticar qué Lavinia murió. Era el año 1623, el 15 de septiembre, a la edad de 35, 3 meses y 13 días. El funeral tuvo lugar en la iglesia de la Madonna dei Monti, y fue enterrado allí. Incluso hoy en día, una placa indica su tumba.