LA SAGRADA FAMILIA
27 de diciembre
En el
siglo XVII, la fiesta de la Sagrada Familia, en la litúrgica
católica, solamente era celebrada localmente; el Papa
León XIII, en 1895, la fijó en el 3º Domingo
después de la Epifania “omnibus potentibus”, pero fue el papa
Benedicto XV que en 1921 la estableció para toda la Iglesia,
colocándola en el Domingo de la octava de la Epifanía; el
papa Juan XXIII la trasladó al primer Domingo después de
Epifanía; actualmente se celebra en el primer Domingo
después de Navidad o, en el caso de que la Navidad cayera en
Domingo, se celebra el 30 de diciembre.
La celebración
fue instituida para dar un ejemplo e impulso a la institución de
la familia, fundamento de la vida social y cristiana, tomando como
ejemplo de los tres personajes que la componen, figuras excepcionales
pero con todas las características de cualquier ser humano y con
los problemas de todas las familias.
María fue
elegida, entre todas las criaturas, para ser corredentora de la
humanidad. Se casó con José según el designio de
Dios y según la ley hebrea; conservando su virginidad,
será la madre del Hijo de Dios y madre de todos los hombres.
Ella tuvo que cuidar
de Jesús, con todos los cuidados de una madre normal, pero con
la responsabilidad de que se trataba del Salvador y luego tuvo que
sufrir los dolores de una madre ante la muerte cruel e injusta de su
Hijo inocente. Todo lo hizo en silencio, siempre atenta a los detalles,
como cuando intervino en las Bodas de Canaá. Mujer que
amó a su esposo José en el que depositó, sin
justificaciones, toda su confianza ante su maternidad virginal.
José, el padre
adoptivo de Jesús, de él no se sabe mucho; los Evangelios
nos narran su profunda fe en Dios y su gran confianza en María.
Nos dicen que era artesano (carpintero) pero no nos cuentan más.
Este silencio de José es lo que le hace grande. Trató a
Jesús como hijo propio, tomó la iniciativa para salvarlo,
cuidó de Él, como un verdadero padre... “varón
justo y prudente”. Sin su consentimiento no hubiera sido posible el
nacimiento de Jesús, por ello es también corredentor.
Jesús, el
Mesías, el Salvador, el Cristo, sin Él es imposible que
existiera la Sagrada Familia... su infancia la pasó, hasta los
30 años, con sus padres “... Jesús crecía en edad,
sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres” “...
bajó con ellos a Nazareth y les estaba sujeto”. No hay que
añadir más a las palabras del evangelista... que cada uno
saque sus conclusiones. Numerosas Congregaciones
religiosas, ya sean masculinas como femeninas, están bajo la
advocación de la Sagrada Familia, la mayor parte fueron fundadas
en los siglos XIX y XX.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)