BEATO JUAN DE PINA
3 de abril
1275 d.C.



   Natural de Penna San Giovanni (Macerata). El capítulo 45 de las "Florecillas" de San Francisco describe con vivos colores el candor de su alma, la vocación franciscana, el largo apostolado en Provenza y en su patria, las experiencias místicas, y las arduas pruebas a que fue sometido por el espíritu del mal al final de sus días. 

   Tuvo un sueño en el que le decía "Deberás cumplir un largo viaje, y después vendrás a mi". Juan, de unos quince años, fue atraído a la naciente familia franciscana por la predicación de fray Felipe, uno de los primeros discípulos enviados por san Francisco de Asís a evangelizar las Marcas este le dijo: "ven a encontrarme en Recanati". El pensó que éste era el viaje de su sueño y vistió el hábito de los Hermanos Menores en el convento de Recanati. Más tarde llegó a ser sacerdote. 

   Fue un perfecto fraile franciscano, lleno de humildad y de pobreza. Fue enviado a la Provenza donde trabajó intensamente en el campo del apostolado y la predicación. De su ministerio en aquella región, que se prolongó por unos veinticinco años, nada de particular nos han transmitido las fuentes. Sabemos que se distinguió por el celo apostólico y por la elocuencia de su palabra, hasta ser tenido como "predicador digno de veneración y admiración”. Junto con los demás religiosos, se dedicó a frenar y combatir la herejía de los albigenses, que en aquellos años bullía por toda Francia, y a restaurar las costumbres y la concordia entre las regiones y las facciones. Se recuerda de modo especial su caridad en la asistencia a los leprosos y otros enfermos. Con su santa vida y actividad contribuyó a la primera difusión y al afianzamiento del franciscanismo en tierras de Francia. Las "Florecillas" de San Francisco hablan así de él: "Viviendo en gran honestidad, santidad y ejemplaridad, creciendo siempre en virtud y en gracia de Dios, era sumamente amado por los hermanos y los seglares".

   Finalmente el Ministro general de la Orden lo trasladó de nuevo a Penna, pero como superior de varios conventos franciscanos. Cuando murió tenía 71 años. SS. Pío VII confirmó su culto el 20 de noviembre de 1806.

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(Parroquia San Martín de Porres)