Natural de
Penna San Giovanni (Macerata). El capítulo 45 de las "Florecillas" de San Francisco describe
con vivos colores el candor de su alma, la vocación franciscana,
el largo apostolado en Provenza y en su patria, las experiencias
místicas, y las arduas pruebas a que fue sometido por el
espíritu del mal al final de sus días.
Tuvo un
sueño en el que le decía "Deberás cumplir un largo
viaje, y después vendrás a mi". Juan, de unos quince
años, fue atraído a la naciente familia franciscana por
la predicación de fray Felipe, uno de los primeros
discípulos enviados por san Francisco de Asís a
evangelizar las Marcas este le dijo: "ven a encontrarme en Recanati".
El pensó que éste era el viaje de su sueño y
vistió el hábito de los Hermanos Menores en el convento
de Recanati. Más tarde llegó a ser sacerdote.
Fue un perfecto
fraile franciscano, lleno de humildad y de pobreza. Fue enviado a la
Provenza donde trabajó intensamente en el campo del apostolado y
la predicación. De su ministerio en aquella región, que
se prolongó por unos veinticinco años, nada de particular
nos han transmitido las fuentes. Sabemos que se distinguió por
el celo apostólico y por la elocuencia de su palabra, hasta ser
tenido como "predicador digno de veneración y
admiración”. Junto con los demás religiosos, se
dedicó a frenar y combatir la herejía de los albigenses,
que en aquellos años bullía por toda Francia, y a
restaurar las costumbres y la concordia entre las regiones y las
facciones. Se recuerda de modo especial su caridad en la asistencia a
los leprosos y otros enfermos. Con su santa vida y actividad
contribuyó a la primera difusión y al afianzamiento del
franciscanismo en tierras de Francia. Las "Florecillas" de San Francisco hablan
así de él: "Viviendo en gran honestidad, santidad y
ejemplaridad, creciendo siempre en virtud y en gracia de Dios, era
sumamente amado por los hermanos y los seglares".
Finalmente el Ministro general de la Orden
lo trasladó de nuevo a Penna, pero como superior de varios
conventos franciscanos. Cuando murió tenía 71
años. SS. Pío VII
confirmó su culto el 20 de noviembre de 1806.