BEATA JUANA LAMBERTINI
14 de diciembre
1476 d.C.
Nació en el seno de una familia noble. Dejó el mundo sin
ninguna queja, y que le hubiera podido ofrecer mucho. Fue una de las
compañeras de santa Catalina de Bolonia, primero en Ferrara,
después en Bolonia. Y fue entre sus cohermanas clarisas modelo
de virtud y de paciencia. Fue una de las 16 compañeras que
siguieron a Catalina y trabajaron con ella en la fundación del
célebre monasterio del Corpus Domini. Parece que fue una de las
discípulas predilectas de la mística santa franciscana.
La predilección de santa Catalina de Bolonia por Juana
Lambertini era debido sobre todo al gran espíritu de
mortificación y de humildad de la joven, que la hacía
particularmente cercana al corazón de su maestra.
La misma santa
Catalina, narrando uno de sus éxtasis, publicados después
de su muerte, relata una visión que respecta la beata Juana.
Escribe que tuvo una visión del Paraíso, en el cual
estaban preparados dos asientos, uno más alto, el otro
más modesto. Una voz le dijo: "Esta silla bella y adornada es de
sor Catalina‚...‚. "Señor -preguntó entonces Catalina- y
ésta otra ¿de quién será?". "Esta otra
será de sor Juana".
Fue vicaria del
convento de Ferrara y de Bolonia. Santa Catalina la recordó en
su lecho de: " Yo me voy, y no estaré más con vosotras;
yo os dejo la santa paz, y esta es lo que os aconsejo. Os recomiendo la
vicaria, la cual ha sido para mi, buena y fiel hijita". Juana Lambertini fue abadesa
durante trece años. Y como en la visión de Catalina, su
cuerpo reposa junto al de Catalina de Bolonia.