1993 d.C.
21 de octubre
Giuseppe Puglisi nació
en Palermo, en el distrito de Brancaccio, el 15 de septiembre de 1937, hijo
de Carmelo Puglisi, zapatero, y Giuseppa Fana, una costurera. Ingresó
en el seminario diocesano de Palermo en 1953 y fue ordenado sacerdote el
2 de julio de 1960. Recibió las primeras tareas como vicario parroquial
y vicario del seminario menor. También se ocupa de la enseñanza
de la religión en las escuelas. Una verdadera preocupación
comienza con las condiciones de vida de los habitantes en los barrios más
marginados de la capital siciliana.
De 1970 a 1978, el padre Pino, como todos lo llaman, es párroco en Godrano, un pequeño pueblo en la provincia de Palermo, donde logra curar una disputa familiar. Mientras tanto, no pierda de vista el cuidado de las vocaciones, en contacto directo con los jóvenes a través de los campamentos escolares. El 29 de septiembre de 1990 regresó a Brancaccio como párroco de San Gaetano. Para dirigir a los jóvenes en el camino del bien, fundó el Centro "Padre Nostro", inaugurado el 29 de enero de 1993. Sin embargo, su compromiso le dio las amenazas de muerte de la mafia. En la noche de su quincuagésimo sexto cumpleaños, el 15 de septiembre de 1993, cuando estaba a punto de regresar a casa, Salvatore Grigoli lo mató, después de darle su última sonrisa. Fue beatificado en Palermo el 25 de mayo de 2013, bajo el pontificado del Papa Francisco. Sus restos mortales son venerados en la catedral de Palermo, mientras que su memoria litúrgica cae el 21 de octubre, el día de su bautismo.
De 1970 a 1978, el padre Pino, como todos lo llaman, es párroco en Godrano, un pequeño pueblo en la provincia de Palermo, donde logra curar una disputa familiar. Mientras tanto, no pierda de vista el cuidado de las vocaciones, en contacto directo con los jóvenes a través de los campamentos escolares. El 29 de septiembre de 1990 regresó a Brancaccio como párroco de San Gaetano. Para dirigir a los jóvenes en el camino del bien, fundó el Centro "Padre Nostro", inaugurado el 29 de enero de 1993. Sin embargo, su compromiso le dio las amenazas de muerte de la mafia. En la noche de su quincuagésimo sexto cumpleaños, el 15 de septiembre de 1993, cuando estaba a punto de regresar a casa, Salvatore Grigoli lo mató, después de darle su última sonrisa. Fue beatificado en Palermo el 25 de mayo de 2013, bajo el pontificado del Papa Francisco. Sus restos mortales son venerados en la catedral de Palermo, mientras que su memoria litúrgica cae el 21 de octubre, el día de su bautismo.