BEATO JOSÉ
GIROTTI
1 de abril
1945 d.C.
Nació en Alba (Cuneo),
en el seno de una humilde familia. A los 13 años entró en
el seminario dominico de Chieri (Turín), para realizar su
vocación religiosa, y en 1930 fue ordenado sacerdote. Al
año siguiente se licenció en Teología en
Turín. Hizo la especialidad en la célebre «Ecole
Biblique» de Jerusalén, y luego se dedicó a la
enseñanza de la Sagrada Escritura en el seminario
teológico dominico de Santa María de las Rosas, de
Turín, y al mismo tiempo en el Colegio de Misioneros de la
Consolata.
En 1937 -continuando el “Comentario a la Sagrada Biblia”
iniciado por el padre Marco Sales, OP, muerto en 1936- publicó
el VI volumen del Antiguo Testamento, dedicado a los libros de Sabiduría. En
1942 publicó el VII volumen sobre el libro de Isaías. En los dos volúmenes volcó
toda la profundidad de sus estudios, expuestos con apreciada claridad.
Estimado por su
vasta cultura, amaba ejercitar el ministerio sacerdotal también
entre los pobres, especialmente en el Hospicio de «Viejos
Pobres», vecino a su convento. Extendió su práctica
de la caridad cristiana a los judíos, durante la
persecución antisemita de la II Guerra Mundial. En el campo
religioso y político era un rebelde, fue incluso alcanzado por
la suspensión del permiso de enseñanza, y supervisado por
el régimen fascista.
Por sus obras a
favor de los judíos, el 29 de agosto de 1944 fue capturado y
deportado a Alemania al campo de concentración de Dachau,
después de estar detenido en los centros «Le Nuove»,
de Turín, «S. Vittore», de Milán, y en
Bolonia. En aquel campo, en la periferia de Munich, estuvo seis meses,
sometido a los malos tratos típicos de esos campos, soportados
con humildad, paciencia y mansedumbre, vivificados por la
oración y por el estudio de la Palabra de Dios.
Por esto fue
admirado por otros religiosos, y por ministros de otras confesiones
religiosas, prisioneros como él; las penurias y violencia
padecidas le llevaron a la muerte a los casi 40 años, en el
propio campo de Dachau, el día 1 de abril de 1945, entre los
lamentos y la veneración de todos los deportados, que lo
consideraron inmediatamente santo.
En 1988 la curia de
Turín comenzó el proceso indagatorio sobre el martirio.
Este proceso culminó con la beatificación el 26 de abril
de 2014, en la Catedral de San Lorenzo, en Alba, Cuneo, en una
ceremonia presidida por el Cardenal Severino Poletti durante el
pontificado del Papa Francisco.