BEATO JORGE VARGAS
1 de abril
1927 d.C.
Jorge Vargas nació
en Ahualulco,
Jalisco, en 1899, en el seno de una familia cristiana y acomodada.
Siendo niño, su familia se trasladó a Guadalajara.
Durante la persecución religiosa, en 1926, siendo Jorge empleado
de la Compañía hidroeléctrica, su hogar
sirvió de refugio a muchos sacerdotes perseguidos, entre otros,
el padre Lino Aguirre, futuro obispo de Culiacén, Sinaloa, de
quien Jorge fue custodio y compañero de correrías. A
finales de marzo de 1927, la familia recibió en su casa al
proscrito líder Anacleto Gónzalez Flores.
En
este lugar les sorprendió la celada del 1 de abril. Todos,
hombres, mujeres y niños, entre vejaciones y sobresaltos, fueron
detenidos por el jefe de policía de Guadalajara. Un mismo
calabozo sirvió para alojar a tres de los Vargas
González: Florentino, Jorge y Ramón; su crimen, alojar a
un católico perseguido.
Horas
después encerraron en una celda contigua a Luis Padilla y a
Anacleto Gónzalez. Jorge se lamentó de no poder comulgar,
porque era primer viernes del mes, pero su hermano Ramón le
dijo: “No temas, si morimos, nuestra sangre lavaré nuestras
culpas”. La entereza de ánimo de los hermanos se mantuvo,
charlando con desenfado antes de ser ejecutados. Por una orden de
último momento, uno de los tres hermanos, Florentino, fue
separado del resto. Jorge fue torturado y fusilado. Su padre y su
madre, durante el sepelio se mostraron orgullosos del martirio de sus
hijos.