BEATO JAIME MARÍA CARRETERO ROJAS
22 de julio
1936 d.C.



   Jaime Carretero Rojas, de 25 años y natural de Villaviciosa (Córdoba), era un carmelita ordenado de menores (diácono según algunas fuentes), uno de los cuatro asesinados el 22 de julio de 1936 y beatificados en 2013. Los otros carmelitas fueron fray José María Mateos Carballido (prior de la comunidad), fray Eliseo María Durán Cintas y fray Ramón Pérez Sousa, de 34, 29 y 33 años de edad respectivamente. Dos hermanos de esa comunidad, fray Romeo Perea (corista) y fray Franco Jiménez, se habían puesto a salvo cuando el prior les advirtió: “Señores, estamos por presentarnos delante del Tribunal de Dios, ¡preparémonos!”. Los cuatro que se quedaron en el convento permanecieron, la noche del 19 al 20 de julio y la siguiente, en oración en la capilla. En la madrugada del 21, cuando el convento fue asaltado, los encontraron allí orando con los brazos en cruz y los llevaron a la cárcel de El Charco, parte del antiguo convento carmelita.

   La documentación sobre Montoro en el legajo 1044, expediente 4, de la Causa General, señala los nombres de 43 personas asesinadas “en la cárcel” el 22 de julio, entre ellas el sacerdote Pedro Luque Cano, de 63 años (en cambio falta en la lista el prior de los carmelitas). La explicación del suceso, firmada el 30 de septiembre de 1941 por el alcalde y el secretario del ayuntamiento de Montoro, es que “sobre las 15 horas los dirigentes destacados criminales, tienen noticias de las proximidades de las Tropas Nacionales, procedentes de Córdoba y ante el temor de que la población fuera liberada, se dirigen a la Cárcel donde se hallaban 53 personas detenidas por los mismos, entre ellos un joven de 14 años, personas destacadas todas en la población por su solvencia y honradez, las que fueron vilmente asesinadas con petardos de dinamita y rematados con arma blanca las que con vida quedaron.

   De ellos en principio se salvaron 8 perforando un tabique a la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen que es contigua a la prisión y dos arrojándose por una ventana, falleciendo uno instantáneamente por la mucha elevación y el otro, Sr. Vegas Rojas, providencialmente se salvó fracturándose la pierna izquierda y recogido a las 22 horas siendo conducido al Hospital en calidad de detenido”. Cinco de los fugados habrían sobrevivido a la guerra y la iglesia que usaron para escapar sería saqueada dos días más tarde. Antes de esa matanza, habían sido asesinados dos jornaleros el día 19 por “mineros de Jaén y guardias de Asalto” y un labrador al día siguiente, a manos de “Lucio Domenech y Manuel Colomina”. Como autores de la matanza del día 22 se señala a “mineros de la provincia de Jaén”, más el citado Domenech y otras 12 personas, todas las cuales habían sido ya ejecutadas en el momento de escribirse ese informe, salvo uno, Antonio Castillo Benavides, que estaba en la cárcel en Córdoba.

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(Parroquia San Martín de Porres)