BEATO JAIME BELL
20 de abril
1584 d.C.
Jaime Bell (1520
- 1584). Natural de Warrington (Inglaterra); estudió en
Oxford, y fue ordenado sacerdote durante el reinado de María
Tudor y durante el gobierno de la reina Isabel se unió a la
Iglesia del Estado, como la mayoría del clero de su tiempo. Lo
hizo con gran escrúpulo de conciencia, y por ello
prefirió desempeñar capellanías evitando el cargo
de párroco.
Se arrepintió y regresó a la Iglesia romana,
después de una enfermedad grave. Desde entonces comenzó a
trabajar como misionero católico y de forma clandestina desde
1583 y 1584. Pero estando en Manchester fue denunciado por un
espía, y fue detenido y encarcelado en la prisión de la
ciudad, para luego ser trasladado a la cárcel de Lancaster,
ciudad en la que tuvo su juicio, en el que confesó su
condición de sacerdote católico; reconoció que
había sido ministro anglicano, pero que lo había
abandonado porque no reconocía a la reina como cabeza de la
Iglesia. Cuando supo su condena de muerte, pidió que le fuesen
cortados los labios y la lengua que una vez había confesado los
artículos de fe anglicana. Llegado el día de su martirio
dijo que era el día más bello de su vida. Fue ahorcado y
descuartizado en Lancaster.