BEATO JACOBO DESIDERIO
LAVAL
1864 d.C.
9 de septiembre
En Port
Louis, de la isla Mauricio, en el Océano Indico, Beato Jacobo
Desiderio Laval, presbítero, que después de ejercer
algunos años de médico, ingresó como misionero en
la Congregación del Espíritu Santo, llevando a negros
esclavos a la libertad de hijos de Dios. Nació en Croth,
diócesis de Evreux, Normandía, Francia, donde su padre
era el alcalde. A los 27 años se licenció en Medicina en
París y ejerció su profesión en
Saint-André-de l'Eure, donde estuvo tres años y medio y
después en Ivry-la-Bataille. En este tiempo dejó a un
lado sus sentimientos religiosos pero en lo profundo de su ser se
sentía insatisfecho. Sucedió que yendo a visitar a una
persona anciana enferma, la encontraba siempre leyendo el libro de la
"Imitación de Cristo", que insistió en
prestárselo; su lectura le animó a la vocación
religiosa y se dedicó a las obras de caridad.
En 1835 ingresó en el seminario de San Sulpicio de
París, acelerando sus estudios para recuperar el tiempo perdido;
en 1838 fue ordenado sacerdote y fue destinado a la parroquia de
Pinterville, que encontró religiosamente fría y
resistente a una mayor religiosidad, pero él con su virtud la
transformó en poco tiempo.
En 1840, recibió la visita de dos seminaristas, y
con ellos discutió el proyecto de evangelización de los
africanos, en particular de los esclavos negros liberados con la
abolición de la esclavitud, proclamada en 1835; se
conocía que las necesidades espirituales de toda esta gente eran
inmensas y urgentes. De esta manera supo que Francisco Libermann, se
había acercado a Roma para pedir la aprobación pontificia
para fundar una sociedad formada por sacerdotes consagrados al
apostolado entre estos esclavos liberados. Estos jóvenes que
querían abrir misiones en Santo Domingo y en la isla de
Reunión, para evangelizar a los negros, la Santa Sede
aprobó la nueva Congregación del Espíritu Santo y
del Inmaculado Corazón de María. Jaime, dejó su
parroquia, e ingresó en la nueva congregación, y fue
destinado a la isla Mauricio en 1841.
Estuvo solo hasta que en 1847, la isla pasó de
dominio francés a dominio inglés, y le enviaron
misioneros. Hizo un gran apostolado entre los negros, salidos
recientemente de la esclavitud. La situación religiosa en la
isla era dramática: había 140.000 habitantes, de los
cuales el 75% eran esclavos liberados y de estos 90.000 eran
católicos; en la colonia había sólo 9 sacerdotes,
dedicados para cerca de 15.000 descendientes de colonos blancos. El
Padre Laval se dedicó en seguida al apostolado de los negros,
los cuales a pesar de estar bautizados no habían sido guiados
pastoralmente; después de 15 meses de permanencia
describió una situación moralmente trágica: en la
isla estaba sólo para ocuparse de cerca de 80.000 negros, la
corrupción era increíble, la mitad no estaba bautizada y
los que lo estaban, vivían como paganos; pocos se habían
casado por la Iglesia; afloraba la embriaguez; las jóvenes eran
violadas por los patronos y jóvenes blancos. Los negros nacidos
en la colonia se les llamaba "creoli" y eran corruptos; el pobre
sacerdote se dirigía prácticamente a los prófugos
provenientes de Madagascar y Mozambique.
En 1848 fue nombrado superior de la misión, y en
1859 pronunció sus votos perpetuos. Tuvo que combatir con los
hacendados, que veían en su actividad apostólica, una
pérdida de tiempo para el trabajo doméstico.
Promovió la preparación de muchos catequistas; no
faltó la incomprensión de parte de sus superiores. En
París la Congregación del Inmaculado Corazón de
María se había fusionado con la Congregación del
Espíritu Santo y el nuevo Superior General pensaba que el Padre
Laval y sus colaboradores eran "demasiado misioneros y poco
religiosos". A esto se añadía las dificultades continua
provenientes del anglicano gobierno británico de la colonia y
sobre todo del número insuficiente de misioneros para llevar
aquella misión.
La línea del apostolado que seguía era
aquella de subrayar que los negros son hijos de Dios y de afirmar la
dignidad humana de su grey, excluyendo la tentación de fundar
una "iglesia paralela" solamente para los negros; quiso que se
comprendiera que junto a la prosperidad espiritual había que
buscar también la material. Durante la epidemia de cólera
de 1854-1857-1862, fundó numerosos hospitales, visitando a los
enfermos donde quiera se encontraban. Abrió escuelas para
enseñar las nociones elementales, construyó varias
capillas para la formación espiritual. Sus esfuerzos de
integración dieron sus frutos y en pocos años
surgió una nueva clase social. En privado practicaba penitencias
al uso de la época y vivía en una profunda
oración. En 1856 le dio una apoplejía y ya no pudo llevar
su misma actividad anterior. Murió en Port Louis, el mismo
día de la festividad de san Pedro Claver, su gran inspirador en
el apostolado con los negros, a los que sirvió con humildad y
dedicación. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 29 de abril
de 1979.