BEATO JACOBO DE
CERQUETO
17 de abril
1367 d.C.
Nació en el pueblo de Cerqueto, perteneciente al ayuntamiento de
Marsciano en Umbría (Perugia, Italia.) en el seno de la familia
Cinti. Hacia el año 1284, ingresó en los Ermitaños
de San Agustín en Perugia, Umbría. Sobresalió por
su obediencia, paciencia y espíritu de piedad. Se nos ha
transmitido que fue un religioso de “observancia regular, rigurosa
abstinencia, oración asidua, esmerada virginidad”.
Los historiadores de
la Orden agustina le atribuyen, entre otros muchos, un gran milagro:
Estaba un día en Misa, cuando el croar de las ranas de un
estanque cercano a la iglesia, distrajo la quietud y la devoción
de los frailes, entonces el superior le ordenó que hiciera
callar a las ranas. Nuestro beato, hizo un gran signo de la cruz,
ordenando callar a las ranas y... estas enmudecieron.
Fue ejemplo para todos
en su alegre aceptación del sufrimiento por la enfermedad que le
aquejaba. Fue uno de los numerosos agustinos que en el primer siglo de
existencia de la Orden vivieron el ideal cristiano con entusiasmo y
extrema coherencia. Murió en Perugia, mientras estaba orando
delante del altar de María.
El culto “ab immemorabili” fue aprobado por el papa León
XIII el 4 de junio de 1895. En 1956, su cuerpo fue trasladado a
Cerqueto. En el nuevo misal agustino del 2012 su memoria se celebra el
31 de octubre, mientras que la Iglesia Universal lo recuerda el 17 de
abril.