BEATO GUERRICO DE IGNY
1157 d.C.
19 de agosto



   Hizo sus estudios en un colegio de Tournai donde había nacido y tuvo como maestro a san Odón de Cambrai. Fue canónigo y profesor de Teologia en Tournai; vivía retirado, dedicado a la oración y al estudio. Como su maestro, que había dejado la catedral para ingresar entre los Canónigos Regulares, fue atraído por la vida del claustro. Hacia el 1125, visitó Claraval para edificarse, y fue conquistado por san Bernardo hasta tal punto que decidió ingresar en los cistercienses, cuando ya tenía 38 años; allí conoció a Bernardo de Pisa, futuro san Eugenio III, Henry Mudach, que sería arzobispo de York, y a san Humberto, fundador del monasterio de Igny.

   En el 1138, san Bernardo le envió a gobernar la abadía de Igny (Reims), que había fundado el beato Humberto; Guerrico en sus sermones se quejaba de ser un inútil para gobernar, pero todo era fruto de su humildad, ya que resultó un excelente abad, gran director de almas y elocuente maestro espiritual. En el 1149, intervino para que se eligiera a Hugo de Fouilloy, abad de los Canónigos Regulares de San Dionisio de Reims. En el 1150 fundó la abadía de Valroy, en los confines de las diócesis de Reims y Laon. Guerrico fue un prolífico escritor ascético y místico, escribió sermones dedicados a María que han inspirado el libro “Secreto de María”, de san Luis María Grignon de Montfort; algunos de sus escritos se han atribuido a Bernardo; según cuenta la leyenda antes de morir ordenó quemar todos sus escritos, pero uno de sus monjes ya los había copiado.  Era un hombre enfermo y se quejaba de que no podía seguir todos los deberes de la comunidad, pero se consolaba buscando la manera de instruir a sus monjes y de edificarlos con sus sermones. Murió en Igny.

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(Parroquia San Martín de Porres)