BEATO GONZALO DE LAGOS
1422 d.C.
15 de octubre
Nació en Lagos (Algarve), al sur de Portugal. Hijo de
pescadores, y pescador él mismo, hasta el día en que
visitando una iglesia agustiniana en Lisboa, sintió la llamada a
la vida religiosa. En el 1380, vistió el hábito
agustiniano. Se distinguió bien pronto por el amor al estudio.
Gran teólogo, aunque, por espíritu de humildad, a pesar
de su indudable capacidad, llegado el momento rehusó el
título de maestro en Teología.
Ordenado sacerdote, fue muy apreciado tanto como
predicador como por su trabajo pastoral y labor con las almas. Buen
orador, le encantaba dedicarse a enseñar la religión a
los más humildes, y sobre todo gustaba enseñar el
catecismo a los niños, a los obreros y a las personas
ignorantes. Prior de los más importantes conventos de la
Provincia Portuguesa, como el de Lisboa y el de Santarem, no buscaba
más que servir con amor a los hermanos en los trabajos
más humildes, lo mismo hacía de portero, de enfermero que
de cocinero. Mostró siempre un gran celo religioso. Fue ejemplar
su espíritu de piedad, unido a un profundo sentido
ascético. Excelente calígrafo, miniaturista,
escribió varios libros corales y compositor de cánticos
sagrados.
En 1412, fue elegido Prior del convento de Torres Vedras,
no muy lejos de Lisboa, donde permanece hasta el final de su vida.
Allí continuó su incansable actividad en el campo
religioso, social y pedagógico, aliviando el sufrimiento de los
pobres, que sentían por él un gran afecto filial.
Murió y fue sepultado en la iglesia conventual de Torres Vedras,
llamada de Nuestra Señora de Gracia. El Papa Pío VI
confirmó su culto en 1778.