BEATO GASPAR
STANGGASSINGER
1899 d.C.
26 de septiembre
Nacido en
Berchtyesgaden (Baviera). Su padre era campesino y poseía una
cantera. Desde los nueve años había decidido hacerse
sacerdote y llegar a la santidad en las pequeñas cosas de la
vida ordinaria. Entró en el seminario diocesano de Munich y
Frisinga en 1890 para comenzar sus estudios de teología. A fin
de descubrir mejor la voluntad de Dios, se entregó a un riguroso
programa de oración. Bien pronto vio claro que el Señor
lo llamaba a vivir su vocación como religioso. Tras una visita a
los redentoristas, sintió el deseo de seguir su
vocación como misionero. A pesar de la oposición de su
padre, entró en el noviciado redentorista de Gars en 1892 y fue
ordenado sacerdote en Regensbourg en 1895.
Gaspar Stanggassinger entró en la
Congregación del Santísimo Redentor para ser misionero,
pero sus superiores lo destinaron a la formación de futuros
misioneros, como vicedirector del pequeño seminario de
Dürenberg, en las cercanías de Hallein. Se entregó
completamente a lo que se le había encomendado.
Como religioso, había hecho el voto de obediencia y
esto lo vivió de modo claro y constante. Todas las semanas,
durante 28 horas, daba clase, pero estaba siempre disponible para los
jóvenes. Los domingos ayudaba en las iglesias de los pueblos
vecinos, sobre todo predicando. A pesar de este programa de trabajo,
siempre estaba disponible de modo paciente y comprensivo para atender
las necesidades de los demás, sobre todo de los estudiantes que
veían en él más a un amigo que a un superior. A
pesar de que el reglamento de formación era muy riguroso, Gaspar
no se comportó jamás con dureza; tenía siempre el
sentimiento de haber podido ofender a alguno y se excusaba
constantemente con humildad. Profundamente devoto del Señor y de
la Eucaristía, invitaba en sus predicaciones a la gente y a los
jóvenes a acudir al Santísimo Sacramento en los momentos
de necesidad y de duda. Animaba a ir a Cristo para adorarlo y para
hablar con él como con un amigo. Recomendaba frecuentemente a
los fieles que tomaran muy en serio la vida cristiana, que crecieran en
la fe mediante la oración y mediante una continua
conversión. Su estilo era directo y convincente, sin amenazas de
castigos, en contraste con lo que era habitual en las predicaciones de
su tiempo.
En 1899, los redentoristas abrieron un nuevo
seminario en Gars, en Baviera. El Padre Gaspar Stanggassinger fue
nombrado Director. Tenía entonces 28 años. Tuvo el tiempo
justo de predicar un retiro a los estudiantes y de participar en la
apertura del año escolar. Su vida estuvo entregada a la
formación de los futuros misioneros y su sueño fue ir
como misionero a Brasil pero una peritonitis truncó su
afán. Fue ejemplar por su devoción a la
Eucaristía; su vida fue breve y sencilla, pero de una
extraordinaria riqueza espiritual. Supo compaginar su amor a Dios, su
amor a los jóvenes y su amor a la naturaleza. Murió en
Gars, a causa de una peritonitis. Fue proclamado Beato por San Juan
Pablo II el 24 de abril de 1988.