BEATO FRANCISCO RODRIGUEZ MARTINEZ
1936 d.C.
13 de septiembre
Su tío, don Ramón
Rodríguez Frías, lo bautizó a los dos días de
nacer en la Iglesia Parroquial de santa María de su villa natal. Cursó
sus primeros estudios en Albox, ingresando después en el Seminario
de san Indalecio. Ordenado presbítero el diecinueve de mayo de 1894,
ejerció el ministerio durante más de cuatro décadas.
Nombrado primero Cura de Huebro, tres años después pasó
al curato de Fines. A mediados de 1901 tomó posesión de la
Parroquia de Lúcar, a la que sirvió por nueve años.
Desde 1909 a 1921 fue Párroco de san José del Taberno. Finalmente,
en ese año, tomó posesión de la Parroquia de san Miguel
de Pulpí.
El albojense don Damián Granados lo recordaba como un:
« Un hombre de carácter vehemente y extremado, muy caritativo.
En una catástrofe ferroviaria que hubo en los años veinte en
Pulpí, se distinguió por su entrega en la atención a
los moribundos y heridos. » En efecto, el Gobierno lo condecoró
con la Gran Cruz de Beneficencia.
Expulsado de Pulpí al iniciarse la Persecución
Religiosa, trató de buscar refugio junto a un familiar que vivía
en el Taberno. Rechazado por éste, regresó a Albox y fue detenido
varias veces. No dudó en enfrentarse a los milicianos cuando prendieron
las imágenes de culto: « Poco vale mi vida, pero la doy a cambio
de que no profanéis estas imágenes. »
En una de las ocasiones en que trataron de detenerle, increpó
a sus captores: « Tú viniste un día suplicándome
comida para tu hijo porque no tenías nada para darle, ¿no te
acuerdas ya?, ¿vas a ser tú mi asesino? » Detenido por
última vez a principios de septiembre de 1936, sufrió prisión
en su villa natal hasta que fue martirizado en el puente del río próximo
a Antas. El valeroso presbítero tenía sesenta y seis años
de edad.