1937 d.C.
15 de enero
EMILIO HUIDOBRO CORRALES había
nacido el 9 de agosto de 1917 en Villaescusa del Butrón. De constitución
fuerte y un auténtico “leader”, noble y cariñoso, participaba
con agrado en los actos religiosos, como indican testigos de su pueblo.
Adquirió tal afición que tocaba casi todos los instrumentos de la banda: trompeta, bombardino, trombón, etc. Fue llevado al Patronato con otro hermano por su abuelo materno, porque, al morir muy joven su padre, la madre se casó con otro, que los trataba mal, especialmente después de morir, también, la madre. Por eso dice su prima, D.ª Aurora Corrales: “Emilio estaba muy contento y muy agradecido a don Valentín”. Uno de los alumnos recuerda que, Emilio “además, nos daba lecciones, aparte, de geometría”. Y otro de ellos hace esta descripción: “Una persona de gran humanidad, física y moral. Muy alegre. Pacificador: cualquier discusión la apaciguaba. Era muy respetado. Hacía las suplencias en la dirección de la música. Era muy religioso. La verdad es que, todos íbamos a Misa, y ellos eran los principales ayudadores en la convivencia”.
Por haber llamado dos veces a los muchachos mayores a declarar a la Casa del Pueblo en Suances, también Emilio sospechaba que les pudieran hacer algo grave (cf. Summ. Test. L, Ad 15). Todos “hubieran podido marcharse o esconderse” (Informatio. 53), pero, como dice uno de los niños, “eran punto de referencia en mi conducta. Yo les miraba a ellos como conducta a imitar” (cf. Summ. Test. II, Ad 15-16).
Asesinado por odio a la fe el 15 de enero de 1937 junto al beato Valentín Palencia Marquina y otros compañeros. Fue beatificado el 23 de abril de 2016 bajo el Pontificado del Santo Padre Francisco.
Adquirió tal afición que tocaba casi todos los instrumentos de la banda: trompeta, bombardino, trombón, etc. Fue llevado al Patronato con otro hermano por su abuelo materno, porque, al morir muy joven su padre, la madre se casó con otro, que los trataba mal, especialmente después de morir, también, la madre. Por eso dice su prima, D.ª Aurora Corrales: “Emilio estaba muy contento y muy agradecido a don Valentín”. Uno de los alumnos recuerda que, Emilio “además, nos daba lecciones, aparte, de geometría”. Y otro de ellos hace esta descripción: “Una persona de gran humanidad, física y moral. Muy alegre. Pacificador: cualquier discusión la apaciguaba. Era muy respetado. Hacía las suplencias en la dirección de la música. Era muy religioso. La verdad es que, todos íbamos a Misa, y ellos eran los principales ayudadores en la convivencia”.
Por haber llamado dos veces a los muchachos mayores a declarar a la Casa del Pueblo en Suances, también Emilio sospechaba que les pudieran hacer algo grave (cf. Summ. Test. L, Ad 15). Todos “hubieran podido marcharse o esconderse” (Informatio. 53), pero, como dice uno de los niños, “eran punto de referencia en mi conducta. Yo les miraba a ellos como conducta a imitar” (cf. Summ. Test. II, Ad 15-16).
Asesinado por odio a la fe el 15 de enero de 1937 junto al beato Valentín Palencia Marquina y otros compañeros. Fue beatificado el 23 de abril de 2016 bajo el Pontificado del Santo Padre Francisco.