EL SANTO NOMBRE DE
MARÍA
12 de septiembre
El Papa Inocencio
XI adopta esta festividad para la Iglesia de Occidente en 1683, con una
acción de gracias por el fin del sitio de Viena y la derrota de
los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia. En esta
celebración los fieles encomiendan a Dios, por la
intercesión de nuestra Santa Madre, las necesidades de la
Iglesia, y dan gracias por su maternal protección y sus
innumerables beneficios.