BEATO CEFERINO AGOSTINI
6 de abril
1896 d.C.
Nació en Verona. Era hijo de un médico que murió
muy pronto y tuvo su madre que cuidarse de él y su
formación. Ingresó en el seminario diocesano; fue
ordenado sacerdote en 1837, en la parroquia de los Santos Nazario y
Celso, donde había sido bautizado y donde permaneció toda
su vida, primero como coadjutor y luego como párroco.
Dio a sus fieles un gran ejemplo de espiritualidad y vida
cristiana. Estuvo siempre atento a todas las necesidades de sus fieles,
especialmente los más desfavorecidos. Convirtió su casa
en un hospital durante la guerra italiana.
Atento a las necesidades de la juventud femenina, funda en
1856 una escuela para niñas del pueblo, y ese mismo año
fundó la que con el tiempo se llamaría
Congregación de Religiosas Ursulinas de María Inmaculada,
y la atención de las jóvenes más pobres y
necesitadas. Grabando en si mismo la imagen del Buen Pastor,
dirigió su empeño hacia las personas más pobres y
descuidadas, en particular hacia la juventud de su Parroquia, ayudado
en esto por sus dos primeras colaboradoras, nombradas luego por
él, en el año 1869, Ursulinas Hijas de María
Inmaculada, les indicó a sus hijas como madre y modelo de santa
educadora a santa Ángela Merici; las quiso atentas y fieles
herederas de su espíritu acerca de la educación humana y
cristiana de la juventud.
La misión de fundador no disminuyó su figura
de párroco celoso, pero le trajo una serie de problemas
económicos, y mayores empeños. Continuó
dedicándose al ministerio parroquial, especialmente en al
catequesis, la asistencia caritativa y de formación para la vida
cristiana. Innumerables fueron sus instrucciones y exhortaciones,
documentadas en sus manuscritos, que testimonian el celo por la Palabra
de Dios, y por la orientación en al vida espiritual de todos,
sobre todo de los seminaristas y sacerdotes que recurrían a
él en los ejercicios espirituales. Rico de virtudes murió
a la edad de 83 años. Fue beatificado por SS. Juan Pablo II el
25 de octubre de 1998.