BEATO CARLOS DE
MONTEGRANELLI
1417 d.C.
15 de septiembre
Carlos de
Brandino, hijo de los condes de Romena, nació en el condado de
Montegranelli (Romaña Fiorentina); como sus abuelos feudatarios
fieles al Emperador, comenzó la carrera militar. En plena
juventud, sintió la vocación eclesiástica y,
abandonando las armas, fue ordenado sacerdote en Florencia, donde
vivía por aquel entonces, llevando una vida ejemplar y
apostólica.
Pero no estaba satisfecho, quiso alejarse de fragor del
mundo, que entonces se sentía por las luchas entre el Papado y
el Emperador, entre el poder en decadencia de los feudatarios y el
comienzo del poder de las Señorías; Carlos
decidió, en 1360, retirarse a vivir entre las ruinas de la
muralla que circundaba la ciudad de Fiesole. Probablemente, Cosme de
Médicis el Viejo, le donó el terreno donde se
refugió y aquí construlló una celda y un oratorio
dedicado a san Jerónimo, vivió así una vida de
ermitaño. Allí vivió muchos años en
austeridad y pobreza que le granjearon fama de santo y atrajeron a
muchos jóvenes que quisieron compartir con él su vida.
Así la ermita se convirtió en un eremitorio, ya que fue
necesario añadir más celdas.
Por indicación de su obispo y de eminentes frailes
dominicos, fundó una Orden religiosa y en 1405, nació en
Fiesole y después se difundió por toda Italia; el papa
Inocencio VII erigió la Congregación de Ermitaños
de San Jerónimo bajo la regla de San Agustín. Los
ermitaños vestían una basta túnica con capucha,
escapulario de color gris y zuecos en los pies. Para atender a la
devoción de los peregrinos florentinos, que en particular los
sábados, subían a Fiesole, fundó la
Compañía de San Jerónimo, además
instituyó junto al hospital de Santa María della Scala,
una Congregación para adolescentes conocida como San Miguel
Arcángel, que fue aprobada en 1427; fundó diversos
conventos en ciudades de la Italia centro-septemtrional. Dirigió
la congregación hasta su muerte en Montegranelli.
Deseando ir a Tierra Santa se fue a Venecia para
embarcarse, pero mientras esperaba a la nave que debía
transportarlo, enfermó y murió. Fue sepultado en la
iglesia de Santa María delle Grazie. La Congregación de
los Ermitaños de San Jerónimo en Fiesole, fue suspendida
por el papa Clemente IX en 1668, a pesar de que fue floreciente con 40
conventos de ermitaños que fue unida a la Compañía
de San Felipe Benizi (Servitas).