BEATA BERCHMANA LEIDENIX, mártir
15 de diciembre
1941 d.C.



   Berchmana, en Yugoslavia tenía 76 años, estaba enferma de asma, veía poco y caminaba con fatiga. Fue a la escuela en su juventud, enseñó el catecismo, curado a los enfermos y había sido maestra de novicias, “luchando por ellas como una leona”. Es la más ecuménica del grupo: había ensañado a los musulmanes (y por esto la llamaban “hermana turca”) y no hacía ninguna distinción entre los niños ortodoxos y los niños católicos y por esto había sido bautizada “Madre serbia”.

   En otoño de 1941, ante el acoso de la guerra, se les aconsejó a estas religiosas que dejaran Pale para refugiarse en Sarajevo, pero la comunidad quiso permanecer al servicio de los habitantes, independientemente de su fe o nacionalidad; hasta que la noche del 11 de diciembre de ese año, algunos milicianos serbios, entraron con la fuerza en el convento, obligando a la cinco monjas y a un sacerdote esloveno a salir en medio de la nieve sin vestimenta adecuada. Y junto a otros rehenes de Pale fueron obligados a realizar una larga marcha a través de las montañas. Mientras la religiosa más anciana, Sor Berchmana, agotada por el viaje fue dejada en la aldea de Sjetlina, sus hermanas debieron proseguir hasta Goradze, donde fueron hechas prisioneras y obligadas a renunciar a su fe a cambio de la vida.

   Ante su rechazo, los milicianos borrachos y animados por la violencia brutal, trataron de abusar de las cuatro religiosas, que trataron de salvarse tirándose por la ventana, pero fueron muertas a tiros y sus cuerpos arrojados al río Drina.

  En cambio el 23 de diciembre, algunos soldados fueron a Sjetlina para llevarse a Sor Berchmana, con la promesa de reunirla a sus otras hermanas religiosas. Y ese mismo día la mataron y cuya tumba no ha sido nunca encontrada.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)