BEATO BENTIVOGLIO DE
BONIS
25 de diciembre
1232 d.C.
Nació en San Severino Marcas. Después de haber escuchado
una serie de predicaciones del fervoroso franciscano Pablo de Spoleto,
Bentivoglio se dirigió a Asís, donde el mismo san
Francisco lo admitió en la Orden de los Hermanos Menores.
Ordenado sacerdote
llegó a ser un modelo de perfección cristiana y tuvo
dones taumatúrgicos. Maseo, párroco de San Severino,
después de haber asistido a uno de sus éxtasis,
decidió abandonar el mundo y entrar en la Orden Franciscana. Lo
mismo hicieron sus dos hermanos. Fray Bentivoglio habitó un
tiempo solo en un convento llamado “Trave Bonati”, o “Ponte della
Trave” para asistir y curar a un leproso. Un día recibió
de sus superiores la orden de irse a otro convento, al parecer a Monte
San Vinicio, cerca de Potenza Picena, distante unos veinte
kilómetros; y para no dejar abandonado al pobre enfermo, por la
gran caridad que lo animaba, se lo cargó a las espaldas y lo
llevó a su nuevo destino con la admiración y el estupor
de todos.
Bentivoglio
abrazó con valor la vida de abnegación y de penitencia,
de modo que vino a ser modelo de humildad, obediencia y caridad. Lleno
de celo por la salvación de las almas, fue incansable en el
ejercicio del ministerio apostólico, sea del púlpito como
del confesionario, su palabra inflamaba las almas en santos ardores del
amor divino. Un día mientras predicaba al pueblo,
apareció sobre su frente una estrella luminosa que hizo brillar
toda su persona. Con este prodigio Dios quería recompensar su
trabajo por la evangelización de las almas. Bentivoglio
sentía gran compasión por los pobres, en los cuales su
caridad le hacía ver la imagen de Cristo. Con frecuencia fue
visto en éxtasis y luego elevado en el aire y rodeado de luz.
Con esto conmovió tanto, que muchos comenzaron una nueva vida.
Después de una vida rica en virtudes y buenas obras, Bentivoglio
entregó su alma a Dios en el convento de San Severino, su
patria. Tenía 44 años. Fue sepultado en la iglesia del
convento. SS. Pío IX aprobó su culto el 30 de
septiembre de 1852.