BEATA ANA MARÍA
ARANDA RIERA
1936 d.C.
14 de octubre
En la
localidad de Picadero de Paterna, en la región española
de Valencia, Beata Ana María Aranda Riera, virgen y
mártir, que durante la persecución contra la fe
derramó su sangre por Cristo.
Nace en Denia, en la provincia de Alicante, el 24 de enero
de 1888 en el seno de una familia acomodada que cuidó mucho su
educación. Recibió la enseñanza primaria en el
colegio de las Hermanas Carmelitas. Piadosa desde joven, militó
con mucho celo en las Hijas de María, en la Acción
Católica y en el Ropero de San Vicente de Paúl. Era muy
devota de la eucaristía y de la Virgen María y
asistía a la misa y comulgaba diariamente. No le había
hecho daño a nadie ni había dado motivo alguno para que
nadie la odiase y fue sólo su acendrado catolicismo y su
decidida defensa de los derechos de la Iglesia lo que provocó su
detención en la cárcel de mujeres de Valencia cuando
llegó la revolución de 1936. Lo llevó con gran
paciencia y humildad y se dedicó a la oración y al
consuelo de sus compañeras de prisión, con las que
diariamente rezaba el santo rosario. Fue fusilada en el Picadero de
Paterna el 14 de octubre de 1936. Fue beatificada el 11 de marzo de
2001 por el Papa Juan Pablo II.