BEATO ANACLETO
GONZALEZ FLORES
1 de abril
1927 d.C.
Anacleto González nació
en Tepatitlán, en 1888, en el seno de una familia pobre de
solemnidad. En 1908 ingresó en el seminario auxiliar de San Juan
de los Lagos; pronto alcanzó una basta cultura que le
llevó a ganarse el apodo de “Maestro Cleto”. Cuando
comprendió que su vocación no era el sacerdocio
ingresó en la Escuela libre de leyes. Fue un notable pedagogo,
orador, catequistas y lider social cristiano, se convirtió en
paladín laico de los católicos de Guadalajara.
Escribió varios libros y artículos periodísticos
llenos de espíritu cristiano. En 1922 se casó con
María Concepción Guerrero, con la que tuvo dos hijos,
pero nunca fue comprendido por su mujer por su compromiso cristiano.
Propuso a los católicos la resistencia pacífica y
civilizada a los ataques del Estado contra la Iglesia; y para ello
fundó la Unión Popular, que contó con miles de
afiliados.
Al finalizar el año 1626, apoyó con su prestigio, su
verbo y su vida, los proyectos de la Liga nacional defensora de la
libertad religiosa. Fue un hombre de oración y de
comunión diaria. En 1927, fue arrestado en el domicilio
particular de la familia Vargas González, fue trasladado a la
cárcel de Colorado, donde fue torturado para que revelase el
paradero del obispo de Guadalajara: Francisco Orozco y Jiménez.
Los verdugos bajo las órdenes del general de división
Jesús María Ferreira, jefe de operaciones de Jalisco, le
descoyuntaron las extremidades, le levantaron las plantas de los pies
y, a golpes, le desencajaron un brazo. Antes de morir, dijo a Ferreira:
“Perdono a usted de corazón, muy pronto nos veremos ante el
tribunal divino, el mismo juez que me va a juzgar, será juez,
entonces tendrá usted, en mi un intercesor de Dios”. El militar
ordenó que lo traspasaran con el filo de una bayoneta.